Jn17,1-26
La oración de Jesús.
Este hermoso texto, recoge la últimas palabras más sentidas que Jesús dirige a todo el grupo de sus discípulos, antes de entrar él a su pasión y muerte.
Esta oración es la oración más contemplativa que Jesús dirige a sus discípulos y por la cual les da a conocer a plenitud que es la vida eterna, "que te conozcan a ti el único Dios verdadero y al que tu has enviado, Jesucristo".
Esta ES la vida eterna, pero el conocer a Dios, no sólo requiere de nuestro uso de la razón, sino que además y sobre todo es un don de Dios que el otorga, un don que se va acrecentando con el tiempo, un don que tiene su plenitud en el cielo, un don que nos empuja al deseo inconmensurable del cielo.
Jesús nos manifiesta la gloria del Padre, para que recibida como discípulos, la transmitimos, para que así mismo como nosotros hemos creído las palabras de Jesús, otros crean por nuestras palabras y acciones en Jesús y den gloria a Dios Padre.
La transmisión de la vida eterna que está plasmada en las palabras de Jesús nos llama a la unidad, para que seamos uno como Dios es Uno, en completa comunion, en completa alegría, pues la perfecta alegría es efecto de la comunion, de la unidad.
A través de esta oración Jesús es claro, de todas las persecuciónes, de todos los malestares a los cuales estaremos expuestos por recibir su palabra, "Yo les he dado tu palabra, pero el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno".
La palabra de Jesús acogida con veneración y guardada en el corazón y puesta en práctica, nos guarda del Maligno, nuestra defensa ante el mal es la palabra de Jesús, ella, su palabra cuando la escuchamos y la hacemos propia nos santifica en la verdad, el propósito de la palabra de Dios en nuestras vidas es la santificación en la verdad, la santificación es manifestación en la vida propia de la gloria de Dios para que otros crean en el Único Dios Verdadero y en su enviado Jesucristo.
La santidad no es una experiencia solitaria es una experiencia de completa unidad, manifestada en la consolidación del nosotros, sin unidad no hay santidad, sin el nosotros, no somos UNO, Dios nos llama a la unidad en El para que con El seamos, no podemos realmente SER sino Somos.
Es la unidad de los creyentes, es la unidad de los discípulos, que hacen manifestar la gloria de Dios al mundo, para que otros crean.
Esta oración de Jesús termina con un deseo, "Padre, deseo que los que tu me has dado estén también conmigo allí donde to este, para que contemplen la gloria que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo".
Jesús no se quiere guardar nada para él, él lo quiere compartir TODO, no se guarda nada, nos quiere compartir TODO, toda la eternidad, todo el amor, toda la presencia de Dios en el cielo.
Jesús nos sigue dando a conocer siempre el nombre de Dios, para que el amor que él ha tenido y experimentado, lo tengamos nosotros y que por fruto de este amor expresado otros crean y conozcan al Único Dios Verdadero y a su enviado Jesucristo, y creyendo y conociendo sean participes de la unidad de los creyentes que es la Unidad de Dios, para que Todos seamos UNO en DIOS.