martes, 10 de abril de 2018

¿Cuál es el sentido vital de la educación?


A la luz del Plan Nacional de Educación PNDE 2016-2026, en su marco de referencia, se entiende groso modo la educación, como un elemento fundamental para garantizar el goce pleno de los derechos humanos, que repercute en el desarrollo cultural, social, político y económico de las naciones, al ser un motor de equidad, movilidad social y fortalecimiento de la institucionalidad siendo la educación, la herramienta más eficaz para la expansión de las capacidades en los individuos. La educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales, ella, debe capacitar a todas las personas para defender y participar efectivamente en una sociedad libre, favoreciendo la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos, y promover las actividades de las Naciones Unidas en pro del mantenimiento de la paz. La educación, es un derecho fundamental de los ciudadanos, que contribuye a alcanzar todos los demás derechos humanos y debe ser impulsada por el Estado.
En este gran marco de referencia, se inscribe la visión del PNDE 2016-2026 cuya intención es que desde la primera infancia, los colombianos desarrollen pensamiento crítico, creatividad, curiosidad, valores y actitudes éticas; respeten y disfruten la diversidad étnica, cultural y regional; participen activa y democráticamente en la organización política y social de la nación, en la construcción de una identidad nacional y en el desarrollo de lo público. Se propenderá, además, por una formación integral del ciudadano que promueva el emprendimiento, la convivencia, la innovación, la investigación y el desarrollo de la ciencia, para que los colombianos ejerzan sus actividades sociales, personales y productivas en un marco de respeto por las personas y las instituciones, tengan la posibilidad de aprovechar las nuevas tecnologías en la enseñanza, el aprendizaje y la vida diaria y procuren la sostenibilidad y preservación del medio ambiente.
A esta visión se vincula el propósito de la calidad de la educación como una construcción multidimensional. Ésta solo es posible si desarrollamos simultánea e integralmente las dimensiones cognitiva, afectiva, social, comunicativa y práctica, de los colombianos y de la sociedad como un todo. Una educación de calidad es aquella que propone y alcanza fines pertinentes para las personas y las comunidades en el contexto de una sociedad en continuo progreso y que la hace competitiva en el contexto mundial.
Ahora bien, teniendo lo anterior como un preámbulo, quiero hacer incapie en un carácter que a mi modo de ver, da empuje y vigor a la intención de la visión que se propone en el PNDE, este carácter, esta idea primigenia quiero ubicarla como un determinante muy importante y es el hecho del desarrollo, desde la primera infancia, del pensamiento crítico, para saber y poder comparar, interpretar e inferir de forma organizada y sistemática, los conocimientos representativos del mundo en vista a determinar de forma segura, la verdad de los enunciados para generar una postura personal conclusiva que se sustenta en la perspectiva y punto de vista de la información recibida y que propicia la inquietud y la curiosidad, con el propósito de compartir y expresar los puntos de vista que genera la asimilación del conocimiento, asumiendo responsablemente por sus posturas formuladas las implicaciones que estas conllevan.
Este pensamiento crítico es también un pensamiento objetivo, basado en el compromiso responsable de las propias ideas manifestadas como creencias individuales en un entorno contextual determinado y que se enfrenta a la evaluación constante, desde los prejuicios sociales.
El pensamiento crítico ayuda a tener claridad en el modo de cómo se expresa una propuesta conceptual, con qué grado de exactitud y coherencia se hace presente la propuesta y como esta, está ajustada a los conocimientos y que relevancia tiene en el entorno, relevancia que se sujeta al nivel de profundidad, análisis, investigación y explicación racional lógica argumentativa del razonamiento o postura conceptual.
Desarrollar desde la primera infancia el pensamiento crítico, es fundamentar y poner las bases para desplegar las habilidades cognitivas de la interpretación, del análisis lógico y del razonamiento crítico que consiste esencialmente, en el intento de resolver un problema que pone a pensar para crear ante él una solución, lo cual conlleva a inferir que, una parte fundamental del trabajo del pensador crítico es considerar el nivel de repercusión que puede llegar a tener en la comunidad, pues crear ideas comienza a ser un modo de crear una interpretación sobre el mundo, y por esto, desarrollar el pensamiento crítico desde la infancia, es empezar a concientizar gradualmente sobre el papel responsable que se debe asumir progresivamente dentro de la sociedad.
El desarrollo del pensamiento crítico, va acompañado por el desarrollo del pensamiento flexible en el cual se modela la capacidad de adaptabilidad de la conducta y el pensamiento a situaciones novedosas, cambiantes o inesperadas, constituyéndose, como papel relevante en el aprendizaje ayudando a crear o asumir la estrategia que conduce a encontrar respuesta a diversas situaciones y que exige por ende un ajuste en la conducta.
La flexibilidad en el pensamiento, ayuda a una rápida adaptabilidad al medio, tolerando los cambios que se pueden suceder paulatinamente durante la resolución de un problema. La flexibilidad del pensamiento o pensamiento flexible ayuda a efectuar fácilmente, la transición de una actividad a otra adecuando el comportamiento a dicha situación, mirando desde diversas perspectivas la realidad para captar de ella, aquello que no se percibe con claridad y encontrar fácilmente, varias soluciones a un mismo problema, tolerando los errores y los cambios de planes, llegando fácilmente a comprender el punto de vista de los demás y llegar a acuerdos comunes de beneficio común. El pensamiento flexible está muy relacionado con la empatía, con la inteligencia interpersonal y con la inteligencia intrapersonal que confluyen en la inteligencia emocional.
El pensamiento flexible, al igual que el lenguaje o las destrezas motoras, es una habilidad cognitiva que cuenta con su proceso de desarrollo y maduración cerebral. La maduración de la flexibilidad cognitiva que abarca el pensamiento flexible, se completa en torno a los 20 años de edad, y se empieza a entrenar desde pequeños, poniéndola en práctica a diario.
La flexibilidad cognitiva depende del lóbulo prefrontal del cerebro, que es la estructura cerebral que más tarda en madurar. Se puede observar cómo los niños pequeños quieren las cosas inmediatamente, les afectan los cambios de rutina y montan rabietas muy a menudo, esto puede ser debido a que su flexibilidad cognitiva está en plena maduración y no tienen en cuenta diferentes opciones o alternativas.
Otro acompañamiento para el desarrollo del pensamiento crítico es el pensamiento estratégico por el cual se puede estudiar, a través de la comparación de varios modelos, las interacciones que se desarrollan en estructuras formalizadas de incentivos, contribuyendo a comprender de forma metódica, la conducta humana frente a la toma de decisiones y que surge de manera natural al observar y analizar un conflicto en donde priman intereses contrapuestos, desde un punto de vista racional y donde al interactuar, se obtienen resultados que de algún modo son totalmente dependientes de tal interacción.  
En el pensamiento estratégico, los instintos para la supervivencia hacen parte de sus muchos ingredientes, y uno de sus mayores enemigos es padecido por todos: la trampa de la cotidianidad, de la rutina que nos distrae y entorpece su adecuada operación, pero frente a esto, este instinto estimula sutilmente el sentido del criterio que a su vez, otorga capacidad de reflexión en el cual se involucra el tener claridad sobre los objetivos, sobre las posibles rutas para alcanzarlos y los recursos necesarios en cada una de ellas, sobre la interacción de las distintas variables en la ecuación que se estructura para cada alternativa, sobre cómo cada acción nos acerca a la meta, así como sobre los riesgos anticipados y las potenciales consecuencias colaterales, adicionales al resultado pretendido, de cada escenario posible.
El pensamiento estratégico se acerca relacionalmente más con la síntesis, de unir los puntos que surgen de la información y la experiencia y hacer sentido de ellos en conjunto, que del análisis para identificar tales puntos, por eso, la intuición e incluso los instintos se integran de forma complementaria a la racionalidad, el conocimiento académico y los análisis robustos de información, en los procesos de pensamiento estratégico.
Para desarrollar en la persona la capacidad del pensamiento estratégico se requiere imaginación, curiosidad, capacidad de asombro, ser un observador crítico que pregunta y escucha, que se arriesga a mirar desde varios ángulos para aprender y hacer conciencia de su entorno y de quienes lo rodean. Se requiere tomar distancia del propio círculo de influencia para procurar ver el bosque completo más allá de los árboles, para detectar patrones y relaciones de causalidad, se requiere cierta irreverencia e incomodidad con el presente, de confianza en la maleabilidad del futuro y deseo de imaginar desde una visión amplia, y de acoger la incertidumbre con sus riesgos.
Desarrollar desde la primera infancia el pensamiento crítico es a su vez entonces, desarrollar el pensamiento flexible y el pensamiento estratégico en aras de otorgar herramientas para el pleno desarrollo integral del ser humano con el propósito ultimo de dar sentido a los acontecimientos y sucesos de la historia, para ajustarlos plenamente al proyecto humano.  Este es el sentido vital de la educación.

jueves, 8 de marzo de 2018

Tres elementos fundamentales para educar hoy



Las ideas, la creatividad y la generosidad.

Quiero abordar esta temática, puntualizando en estos tres aspectos que nos conciernen, como elementos fundamentales para educar hoy y deseo abordarlas a través de estas tres preguntas: ¿Que son las ideas?¿Es la educación un acto creativo?¿Que implicación conlleva la generosidad en la educación? Parecería obvio responder a estar preguntas, pero vale la pena volver hoy a estos sustratos, que son la esencia que formaliza en parte el acto de enseñar.  

Respondamos a la primera cuestión, ¿Qué son las ideas?

La idea es el acto más básico del entendimiento, representa mentalmente el aspecto de la imaginación, del ideal muy deseable que causa admiración y propósito trascendente, para ser mantenido en la historia, afectándola, significativa y circunstancialmente, y surge por medio de una sintaxis emocional coherente, de categorías conceptuales secuenciales, contempladas y asimiladas reflexivamente con anterioridad, y guardadas en la memoria, la cual permite retener las experiencias pasadas, dejándolas al alcance temporal por medio de unas conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas.

Desglosemos esta definición de idea.

La idea como acto es lo que hace ser a lo que es, es decir, aquello que es algo adquiere significado y significante por lo cual, adquiere identidad que lo define, otorgándole capacidad de relación conceptual para generar conocimiento. La idea representa, desde lo profundo de la cognición, un ordenamiento sucesivo de pensamientos lógicos estructurados, por medio de conceptos adquiridos, que se relacionan unos con otros. Esta dinámica relacional se nutre de la inquietud y admiración, y su reacción que genera en la persona, la pregunta existencial es decir, el que, el por qué y el para qué. Cuando se brinda el espacio en la enseñanza para estas preguntas es más, cuando se brindan los momentos para generar y proyectar estas preguntas, se propicia la euforia intelectual que conduce la idea desde la voluntad hacia una intención, que lo trasciende, que lo supera que lo hace salir de si y encamina a la persona a ser artífice de su historia, artesano de ella, afectándola significativamente.

El aula de clase debe ser el útero donde se engendra la idea, en el aula de clase se ha de producir el big bang conceptual para construir ideas, es más, para dejarlas fluir libremente. El aula de clase debe ser ese cause por donde correo el rio del pensamiento, sin tener miedo a que se desborde, es más deseando su desborde para que afecte significativamente el contexto y lo transforme otorgándole un nuevo rostro a la realidad, una nueva imagen. Esta nueva imagen está circunscrita a la sintaxis emocional coherente, que quiero decir con esto, quiero decir el modo de combinar y relacionar las emociones consecuentemente con transparencia y sujetas a la verdad. La idea que surge en el educando proviene de la emoción, de la alteración del ánimo por la intensidad del sentimiento que se produce, cuando se recibe como un tsunami por parte del educador el conocimiento. Si el educador no es apasionado en el enseñar y enseñar para la vida, el educando no será apasionado en la producción de ideas y conocimiento y es más, en la aplicación de este conocimiento para la transformación de la realidad.

La pasión, el ardor por enseñar, por generar  y transmitir conocimiento es un ejercicio reflexivo que surge desde la inquietud, pues es ella la que mueve el horizonte conceptual sacando de los estados de confort, desacomodando el intelecto, conduciéndolo hacia nuevos horizontes llenos de aventura. El educador ha de ser una persona de aventura, de ingenio novedoso siempre nuevo, que crea y recrea la realidad todos los días.

Respondamos a la segunda cuestión, ¿Es la educación un acto creativo?

Para responder a esta pregunta definamos que es creatividad. La creatividad es la capacidad de generar con destreza y habilidad, nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que apoyados en la flexibilidad mental y en el reto de enfrentarse intelectualmente a algo nuevo, habitualmente producen soluciones originales, las cuales, se desarrollan  como un proceso mental que nace de la imaginación.

Teniendo esta definición contestemos ahora a la pregunta ¿es la educación un acto creativo? y quiero responder desde cuatro aspectos que considero pertinentes.

Primer aspecto, la educación es un acto creativo, cuando se conduce a la persona a la inquietud y a la admiración haciéndolo, un sujeto consciente de sí mismo, atento, que se conoce a sí mismo y es consciente de su realidad, facultándolo para conocer y manejar las emociones y poder identificar con claridad el problema a resolver, desde una observación atenta, una búsqueda y una lectura precisa de aquello que le inquieta y le genera un dato informativo.

Segundo aspecto, la educación es un acto creativo, cuando se conduce a la persona a la escucha y a la contemplación de la idea, la cual permite, la inteligibilidad del sujeto y conduce la propia motivación, haciendo acopio de las emociones llevando a la persona a entender, a interpretar y a meditar, aquello que se ha constituido en creíble, por la contemplación de la idea.

Tercer aspecto, la educación es un acto creativo, cuando se conduce a la persona a un discernimiento sistemático, obediente y flexible de la realidad para que adquiera el sujeto, racionalidad crítica y reconociendo las emociones de otros, propiciar un análisis equilibrado y justo de las opciones de respuesta de forma argumentada y narrada, contemplando situacionalmente el hecho real.

Cuarto aspecto, la educación es un acto creativo cuando, se conduce a la persona, teniendo en cuenta los anteriores elementos, al actuar con libertad y responsabilidad, reconociendo sus habilidades y sus virtudes, en la decidida transformación del sentido de la realidad y de la vida, proponiendo caminar en un horizonte de bondad y de esperanza solidaria, manteniendo un equilibrio dinámico y emocional que incentive a pensar, a crear siempre.
Estos aspectos de conducción requieren que el conducente haya andado este sendero, de modo que pueda iluminar y responder con claridad a las oscuridades e inquietudes que se presentaran en el conducido.

Respondámonos a la tercera cuestión, ¿Que implicación conlleva la generosidad en la educación?

Determinemos primero el término generosidad. La generosidad es un componente permanente, peculiar y distintivo de la naturaleza del ser humano que lo predispone y lo habitúa en sus intenciones profundas como individuo, de acuerdo con la intensidad y la rectitud de los propios motivos, a mirar hacia fuera de su yo, a salir de si, a darse, a encontrarse con el otro dialógicamente, a identificarse emocional y fraternalmente con el otro, propiciando la empatía, la participación afectiva frente a la realidad del otro, la compasión frente al sufrir del otro, para comprometerse con él, solidariamente de forma virtuosa.

Desglosemos esta definición para hilar fino en relación a nuestra preposición que nos acomete.

La generosidad es un componente esencial de la naturaleza del ser humano, forma parte genéticamente de la composición integral de la persona, es una facultad intrínseca y sustancial de su ser, que se potencia en el ejercicio mismo de esta, la naturaleza del ser humano es ser dándose.

La persona al ser consciente de su naturaleza, de su esencia, inquietándose de sí mismo, para conocerse a si mismo, predispone el ejercicio de la generosidad, prefigurándose este en un hábito, configurándose como un comportamiento regular que conduce a la realización perfecta de la actividad humana.

Cuando hay ese reconocimiento esencial, se conocen las emociones profundas que se traslucen en los motivos para salir de si y encontrarse con el otro dialógicamente, misericordiosamente, con las entrañas y por ende, asumir el sufrimiento del otro como propio, pues su acontecer me acomete, conduciendo a la apropiación desde el yo, de la responsabilidad por el otro.

Cuando el yo se hace responsable del tú, surge el nosotros, lo que empuja a la solidaridad, pues yo soy porque nosotros somos.

Teniendo estos elementos respondámonos ahora si a la pregunta en cuestión.

La implicación, es decir el efecto de comprometer la generosidad hacia dentro de la educación, plegándola a esta, haciéndola levadura entre la masa, conlleva a que la educación se convierta, en esencia y en potencia, en acto humanizador de la realidad, otorgadora de sentido al sin sentido, de esperanza a la desesperanza y a la desilusión.

Cuando la generosidad engrana con la educación, empieza a surtir efecto el mecanismo de inclusión más poderoso, coherente y firme, el mecanismo que integra todos los aspectos de la vida, propiciando la cohesión de ideas, para actuar, cimentada en la libertad y la responsabilidad, en la puesta práctica del bien común trascendente.

No se logra un bien común trascendente, si no hay una buena educación, una educación generosa, una educación sustentada en las peculiaridades y distintivos esenciales de la naturaleza humana.     


























ESTRATEGIAS PARA FORTALECER EL CLIMA INSTITUCIONAL



¿Por qué fortalecer el clima institucional?¿Qué elementos estratégicos son conducentes para conformar y establecer el trabajo en equipo?¿ A que ha de conducir la eficiencia del equipo?(3)
Deseo empezar esta conferencia, con estas tres preguntas que darán la pauta para ir desglosando, el sentido estratégico, en el fortalecimiento del clima institucional, buscando enfatizar en la necesidad demandante, del bien común, el cual sostiene la arquitectura del edificio institucional y es elemento proyector, de los propósitos que se entretejen al interior de la institución.
La necesidad demandante del bien común, (4) como elemento arquitectónico y proyector, se refiere a todo aspecto de la vida social para encontrar plenitud de sentido. No consiste en la simple suma de bienes particulares de cada sujeto del cuerpo social. Siendo de todos y de cada uno es y permanece común, porque es indivisible y porque solo juntos, es posible alcanzarlo, acrecentarlo y custodiarlo, también en vistas al futuro. Cuando se quiere positivamente, estar al servicio del ser humano, el grupo social se propone como meta prioritaria el bien común, en cuanto bien de todos y para todos.
Las exigencias del bien común derivan de las condiciones sociales del grupo humano y están estrechamente vinculadas, al respeto y a la promoción integral de la persona y de sus derechos fundamentales. El bien común es un deber de todos los miembros del grupo social, ninguno está exento de colaborar, según las propias capacidades, en su consecución y desarrollo.
El bien común corresponde a las inclinaciones más elevadas del hombre, pero es un bien arduo de alcanzar, porque exige la capacidad y la búsqueda constante, del bien de los demás como si fuese el bien propio.
Ahora bien, respondámonos a la primera pregunta del (5)¿por qué fortalecer el clima institucional? Para esto ubiquémonos específicamente en el término clima institucional. Se entiende por clima institucional (6), aquel conjunto de condiciones  que caracterizan las situaciones o las circunstancias, que rodean a las personas  en el medio ambiente de trabajo y que tienen repercusión en el comportamiento laboral, el cual  regula los factores del sistema organizacional y el comportamiento individual. El clima laboral (7) tiene gran relevancia por su repercusión inmediata, tanto en los procesos como en los resultados organizacionales, incidiendo directamente en su calidad. Es el elemento facilitador, en las organizaciones que aprenden y esto, es importante enmarcarlo porque cuando no se quiere aprender o se piensa que no hay nada que aprender, el clima laboral se vuelve rancio, porque se coarta la creatividad que es el motor para el desarrollo institucional.
Para cerrar la especificidad del término clima laboral permítanme ubicar (8) dos grandes tipos de climas, el clima de tipo autoritario que se divide en explotador y paternalista y el clima de tipo participativo que se divide en consultivo y grupal. Detallemos cada uno de estos aspectos para luego poder contestar a la primera pregunta que está abierta.
El clima autoritario explotador es el tipo de clima en donde la dirección no tiene confianza a sus empleados. La mayor parte de las decisiones y de los objetivos se toman en la cima de la organización y se distribuyen según una función puramente descendente.
El clima autoritario paternalista es aquél en el que la dirección tiene una confianza condescendiente en los empleados, como la de un amo con su siervo. La mayor parte de las decisiones se toman en la cima, pero algunas se toman en los escalones inferiores.
El clima participativo consultivo es aquel donde la dirección tiene  confianza en sus empleados. La política y las decisiones se toman generalmente en la cima, pero se permite a los subordinados que tomen decisiones más específicas en los niveles inferiores. La comunicación es de tipo descendente.
El clima participativo grupal es aquel en donde la dirección tiene plena confianza en sus empleados. Los procesos de toma de decisiones están diseminados en toda la organización, y muy bien integrados a cada uno de los niveles. La comunicación no se hace solamente de manera ascendente o descendente, sino también de forma lateral. Los empleados están motivados por la participación y la implicación, por el establecimiento de objetivos de rendimiento, por el mejoramiento de los métodos de trabajo y por la evaluación del rendimiento en función de los objetivos. Existe una relación de amistad y confianza entre los superiores y los subordinados. Hay muchas responsabilidades acordadas en los niveles de control con una implicación muy fuerte de los niveles inferiores.
Entonces, (9) ¿porque fortalecer el clima laboral? Porque de esa manera  se solidifica las relaciones comunitarias en el entorno laboral. Estas relaciones comunitarias están sujetas a las (10) siguientes dinámicas: la comunicación como elemento propositivo que conduce a la decisión, la comunión como elemento argumentativo que conduce al análisis y  lo común como elemento interpretativo que conduce al entendimiento. Cuando hay buen clima laboral (11) hay entendimiento, hay análisis y hay decisión.
Ahora bien respondamos a  la segunda pregunta (12) ¿Qué elementos estratégicos son conducentes para conformar y establecer el trabajo en equipo?
Primero abordemos el termino estrategia y para el, me voy a apoyar en algunas ideas propuestas en el libro El Arte de la Guerra de Sun Tzu. (13) Para adecuar consistentemente una estrategia se necesita como elemento esencial, la autoridad del líder que conduce su equipo.
Por autoridad se entienden las cualidades de sabiduría, equidad, humanidad, coraje y severidad del líder. Si el líder está dotado de sabiduría, será capaz de reconocer los cambios de las circunstancias y actuar con presteza. Si es equitativo, sus hombres estarán seguros de la recompensa y del castigo. Si es humano, amara al prójimo, compartirá sus sentimientos y apreciara su trabajo y sus dificultades. Si es valiente, alcanzara la victoria captando, sin dudarlo, el momento oportuno. Si es severo, su equipo será disciplinado, porque temerá y recelara el castigo.
Si un líder no es valeroso, será incapaz de sobreponerse a sus dudas y de concebir grandes proyectos. Si los líderes no se han formado íntegramente, se doblegaran en su interior cuando se hallen frente al enemigo. Estos elementos de autoridad (14) conducen a enarbolar la fortaleza del líder, conduciendo en gran medida a la fortaleza del clima institucional.  
Las cualidades indispensables de un líder (15) que busca la victoria en la consecución del apropiado clima laboral con su equipo, son ante todo la clarividencia, esa capacidad de percibir el futuro, de ir más allá de lo que está hoy, siendo perspicaz, husmeando el mañana; segundo, el arte de hacer reinar la armonía, de tener capacidad de escuchar el ruido de las cosas y combinarlos simultáneamente para suscitar la correspondencia sinfónica; tercero una estrategia cuidada, un plan que especifica una serie de pasos o de conceptos nucleares que tienen como fin la consecución de un determinado objetivo y que está respaldado por planes de largo alcance; cuarto, el sentido de la oportunidad y quinto, la facultad de percibir los factores humanos.
Estas cualidades estratégicas (16) para la consecución del clima laboral se entretejen con la resiliencia, entendida esta como la capacidad de afrontar la adversidad, saliendo fortalecido y alcanzando un estado de excelencia sin pensar en la derrota, a pesar de que los resultados estén en contra y, la comunicación asertiva, en donde se logra establecer un vínculo comunicativo sin agredir al  interlocutor, pero tampoco sin quedar sometido a su voluntad, haciendo conocer  los pensamientos e intenciones y defendiendo los propios intereses.
La resiliencia y la comunicación asertiva (17) son elementos sustentadores y conducentes al establecimiento del trabajo en equipo en el cual se re-conocen las características propias de los integrantes del equipo con el fin de propiciar la empatía y el dialogo firme y sereno, que da congruencia frente al abatimiento de los acontecimientos que se han de presentar y superar.
Para un adecuado trabajo en equipo (18) se ha de conformar y establecer el equipo de trabajo y frente a esto quiero establecer ciertas pautas para conformarlo y establecerlo.
Primera pauta, escuchar. Conforman el equipo de trabajo, quienes saben escuchar la voz del líder, quienes saben captar con atención la idea, generada por el deseo, conducida por la palabra pronunciada, doblegando libremente la voluntad a ella, por causa de la inquietud que genera y el asombro al que induce, para seguirla.
Segunda pauta, seguir. Aquí se da desde la voluntad del oyente por la escucha, el paso para reconocer y concretar el camino por el cual se debe avanzar, asumiendo el riesgo y haciendo acopio de las propias emociones frente al reto que se va a contraer, obedeciendo y teniendo disposición al seguimiento, para convivir.
Tercera pauta, convivir. Es estar con el otro, permitiéndole que identificando e identificándolo, integrando los caracteres de forma armoniosa, sobreponiendo las indecisiones y las dudas para afianzar la certeza de la compañía y construir de forma dinámica, con una alta carga de empatía, el plan estratégico a seguir para conseguir la ejecución del propósito que convoca el hecho de convivir, conduciendo por medio del compartir, el empezar a constituir comunidad con una disposición de comprensión.
Cuarta pauta, comprender. Es encontrar justificados los razonamientos y emociones del otro, penetrando y abrazando el propósito, para comprometerse con él, de forma asertiva, dándole un significado categórico y elocuente, conllevando la seguridad y confianza en el entendimiento, para asumirlo.
Quinta pauta, asumir. Es tomar consciencia clara, de apropiación en la vida, de los elementos de identidad común, que van surgiendo en el transcurrir discursivo del acompañamiento fraterno que se ha venido desarrollando en el tiempo, para responsabilizarse concretamente del logro común, dejándose compenetrar en su trasfondo personal por la característica de la idea inicial y por ende de la personalidad del que pronuncia la idea. Esto conduce entonces a enseñar.
Sexta pauta, enseñar. Es transformar y darle sentido a la vida del oyente de la palabra, liberándolo de la ignorancia, dándole herramientas hábiles, para que el sujeto actué virtuosamente y con responsabilidad, manejando sus propias emociones, construyendo un equilibrio dinámico para saber decidir y saber esperar, proponiendo solidariamente el bien común.
Ahora bien contestemos la tercera pregunta, (19) ¿a qué ha de conducir la eficiencia del equipo? A lograr (20) con transparencia, confianza y respeto, el bien, la equidad, la justicia y la paz, para fortalecer de este modo la índole comunitaria, conduciendo el esfuerzo social, hacia una meta de solidaridad trascendente, de responsabilidad común para salvaguardar y dignificar la comunidad humana, el nosotros social.
Estas son las estrategias que propongo para fortalecer el clima institucional. Muchas gracias por su amable atención (21).


Quiero acabar con esta bella reflexión de Facundo Cabral que se denomina, no estas deprimido, estas distraído.
No estás deprimido, estás distraído …
…Distraído de la vida que te puebla,
Distraído de la vida que te rodea,
Delfines, bosques, mares, montañas, ríos.
•No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano,
cuando en el mundo hay cinco mil seiscientos millones.
Además, no es tan malo vivir solo.
Yo lo paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer y gracias a la soledad me conozco…… algo fundamental para vivir.

•No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene setenta años, olvidando que Moisés dirigía el Éxodo a los ochenta y Rubinstein interpretaba como nadie a Chopin a los noventa, sólo por citar dos casos conocidos.

•No estás deprimido, estás distraído. Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste ni un sólo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada.

•Además, la vida no te quita cosas: te libera de cosas… te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud.
De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones.
No perdiste a nadie: El que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.

No hay muerte… hay mudanza.
Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Miguel Ángel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuelo y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja, porque nos hace desconfiados.
•Haz sólo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser, será y, llegará naturalmente.
No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban tres o cuatro meses de vida.

•Dios te puso un ser humano a cargo y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás compartir la vida verdadera con los demás.

Recuerda : “Amarás al prójimo como a ti mismo”. Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición.

Además, la felicidad no es un derecho, sino un deber; porque si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio. Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó a matar a seis millones de hermanos judíos.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; la música de Mahler, Mozart, Chopin, Beethoven; las pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.

•Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas: si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto (tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas)… y si le ganas, serás más humilde, más agradecido… por lo tanto, fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser.

•No estás deprimido, estás desocupado.
Ayuda al niño que te necesita, ese niño que será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas.
Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar de la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.
Da sin medida y te darán sin medida.
Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor.
Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas.

•El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso.
Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida. Vale la pena, ¿verdad?.

Si Dios tuviera un refrigerador, tendría tu foto pegada en él. Si Él tuviera una cartera, tu foto estaría dentro de ella. El te manda flores cada primavera. Él te manda un amanecer cada mañana. Cada vez que tú quieres hablar, Él te escucha, El puede vivir en cualquier parte del
universo, pero Él escogió tu corazón. Enfréntalo, amigo, ¡Él está loco por ti!

Dios no te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas, y luz para el camino.

“Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír”
Si caes siete veces, levántate ocho. No te canses de ser bueno, no te canses de amar.

Dios los bendiga.

Importancia del cambio de paradigma educativo


Importancia del cambio de paradigma educativo, que conlleve a un fortalecimiento estratégico  del sentido de la educación,  para el desarrollo humano integral de la sociedad.
Muy buenos días apreciada comunidad de rectores. Con mucho agrado deseamos compartir con ustedes unas ideas propositivas que podrán ayudar a solventar algunas necesidades en el índole del arte de la vida comunitaria, que sustenta a la vida académica, laboral y familiar, para potencializar el carácter de solidaridad y de ayuda mutua, entre ustedes, sus docentes, estudiantes y padres de familia y demás personas que comparten la vida con ustedes diariamente.
Con este compartir pretendemos generarles inquietudes, motivarlos a que en conjunto ustedes, construyan unas respuestas asertivas a las situaciones que se viven en el entorno académico, laboral y familiar en los cuales están involucrados. No pretendemos aconsejar, el cómo desarrollar este arte de vivir en comunidad en sus ámbitos ya mencionados, mas sin embargo, pretendemos mostrar en nuestra propuesta,  ciertas pautas que consideramos preponderantes para la realización del arte comunitario, porque vivir en comunidad y hacer de la instancia académica, laboral y familiar un lugar atractivo para la vida y el desarrollo humano integral, requiere que cada uno sea artesano y arcilla a la vez, que pueda moldear y dejarse moldear, sin odios, sin envidias, sin indiferencias, sin egoísmos, ni soberbias, en donde prime la ayuda mutua solidaria y fraterna, el respeto, la aceptación, la tolerancia, la capacidad de escucha y el incansable valor del servicio. 
Nuestra propuesta está formulada a partir de cuatro elementos que son el enseñar, el escribir, el ordenar, el investigar. La metodología que se desarrolla en esta propuesta es interpretativa, argumentativa y propositiva y esta sostenida en unas dimensiones procesuales que son, la vivencia comunitaria, la inteligencia emocional y la espiritualidad. Hemos diseñado un camino sistemático que conduce a la asimilación, de una comunicación asertiva y solidaria, de una comunión fraterna y de un descubrimiento personal de lo común para fortalecer la identidad. Al aplicar estos procesos metodológicos en el capital humano de la empresa educativa y familiar, se fortalecen los elementos de la identidad y la confianza en conjunto, brindando armonía comunitaria, desde la armonía personal, que es consecuente con la capacidad de dominio propio y del conocimiento de sí mismo, al fortalecerse el amor propio y la reasimilación estructural del proyecto de vida personal.
Cada uno de ustedes con su vida, marca la historia con su sello personal, creando historia, siendo artífice y protagonista de ella, de una manera existencial y situacional condicionante, con una actitud constructiva, para que suceda algo. No estamos aquí para vivir lo mismo, estamos aquí para ser mejores que ayer, para superar todas las taras históricas que nos atan al pasado y que conllevan a mirar siempre por el retrovisor de la vida, a quejarnos y angustiarnos por aquello que no se hizo, y que no permite ver hacia adelante, hacia el futuro de forma esperanzadora y constructiva, siendo conscientes de la necesidad de que solos no podemos avanzar, de que necesitamos la ayuda de todos para construir puentes de unión y destruir muros de división.
Para justificar la propuesta que les queremos plantear la cual es conducente a propiciar un cambio de paradigma educativo, que conlleve a un fortalecimiento estratégico  del sentido de la educación,  para el desarrollo humano integral de la sociedad, es importante clarificar tres elementos contextuales que nos darán elementos de juicio reales.
Primero es necesario vislumbrar el efecto de la educación en la economía, pues la educación es el verdadero motor del desarrollo de un país, es el antídoto más eficiente contra la desigualdad y la pobreza y por ende, contra la violencia; segundo, es necesario ubicar  el contexto de la política educativa en Colombia y conocer los subsistemas de formación de educadores y tercero,  determinar los ejes estratégicos de una reforma educativa que conduzca al realce y dignificación de la educación, como motor claro y estable del desarrollo de la nación.
1.    Los efectos de la educación en la economía.
Según datos del Banco Mundial por cada peso invertido en la educación de un niño, el país podría recibir entre 10 y 15 veces ese valor. Según datos de la Unesco, en 0.37% se incrementa el producto interno bruto anual de una nación, por cada año de escolarización que su población reciba.
Es considerable anotar que a mayor calidad de educación el PIB es más alto y por tanto el motor que impulsa la economía, el grado de desarrollo y la calidad de vida de una sociedad es la educación. Educar a las personas es sinónimo de progreso para los pueblos, educar es el modo único de transmitir estilos de vida, hábitos de convivencia y valores sociales. Detállense un momento ustedes el grado de responsabilidad tan alto e importante que tienen en la construcción no solamente del futuro, sino del presente de estos queridos niños y jóvenes, de estas familias que Dios ha permito que estén en sus manos. Dios les ha concedido a ustedes el tesoro de ser maestros y este tesoro es llevado como en vasijas de barro débil y quebradiza, pero Dios confía en ustedes como co-ayudadores en la construcción de la civilización del amor.
Toda la vida de un ser humano es un ejercicio permanente de educación, que se realiza en todos los momentos y lugares, por eso el maestro no solamente enseña con su palabra, enseña con su ejemplo de vida, con su coherencia, con su transparencia, el maestro es aquel vitral hermoso que deja traslucir la luz inaccesible de la verdad, permitiendo que se acceda a ella en una gran multitud de colores que alegran y armonizan la vida de aquellos que contemplan ese resplandor pero ¿Cómo esta ese vitral?¿que ven los demás?
El primer y más importante núcleo educativo es la familia pues es en ella, donde se forja la sociedad, como esté la familia, estará por ende la sociedad. La familia es la primera escuela de humanidad pero esto, de hacerse humano, no se limita a los aprendizajes que permiten ser parte de una comunidad, también implica desarrollar un conjunto de habilidades intelectuales, morales y espirituales que permiten ser parte de toda la humanidad. Hoy en día este útero de la humanidad está siendo atacado fehacientemente por aquellos que desean abortar la esperanza de la humanidad y no comprometerse con ella.
A través de la educación se puede ir más allá del entorno inmediato, de las fronteras del ser que dividen y son agrestes y se puede compartir la herencia cultural que nos han dejado otros a lo largo de la historia humana, esto es la clave de la construcción de la riqueza de un pueblo. Un pueblo educado es aquel que cada día se distancia más de la condición salvaje en que predominan los impulsos primarios de la agresión y la violencia como mecanismos para sobrevivir.
Educar transforma vidas y naciones, a mayor grado de formación que reciba una persona mejores condiciones de vida obtiene. Según datos del Banco Mundial en un país donde la educación es más igualitaria y más seria el ingreso per capita es de un 23% más alto, por un año más de educación que logre recibir una persona, incrementa sus ingresos hasta en un 10%, 171 millones de personas podrían salir de la pobreza si todos los estudiantes de los países de ingresos bajos tuvieran, al salir del colegio, competencias básicas en lectura, escritura y matemáticas, eso significaría una reducción del 12% de la pobreza mundial. 95% más altos son los ingresos de los trabajadores con buenas competencias en lectura y escritura frente a aquellos que no las tienen. Solo el 5% de los adultos trabajadores con nivel de educación inferior al primario en países de América Latina logran un contrato de empleo, frente al 47% de aquellos que no han cursado la enseñanza secundaria. Un año más de escolarización de los integrantes de una familia en los países subdesarrollados les reduce en un 25% las probabilidades de recaer en la pobreza. 23% es el incremento de las posibilidades de que una madre alfabetizada solicite asistencia médica durante el embarazo y en el momento del parto si ha recibido educación. 15% se reducirían las muertes por causas prevenibles en niños menores de 5 años, si sus padres recibiera educación primaria, no obstante si tuvieran educación secundaria la disminución seria del 49%. Un niño con su madre que sabe leer tiene 50% más probabilidades de sobrevivir los primeros 5 años de vida. Cada año de más escolaridad reduce la probabilidad de mortalidad infantil entre un 5 y un 10%. Que gran responsabilidad frente al futuro tiene el sistema educativo y los educadores, no es una tarea fácil y más hoy en día, por eso es urgentemente necesario trabajar cada vez más en conjunto de manera armónica para solventar estas situaciones.
Los hombres y las mujeres que han recibido educación tienen más probabilidades no solo de conseguir empleo sino también de ocupar puestos de trabajo que les ofrezcan seguridad, buenas condiciones laborales y un salario digno. Las personas con un nivel de educación alto suelen preocuparse más por el medio ambiente y en consecuencia, emprender acciones que promueven y apoyan las decisiones políticas encaminadas a protegerlo.
Según la Unesco, 25% de las personas con estudios inferiores a la secundaria mostraron preocupación por el medio ambiente, frente al 37% que habían cursado bachillerato y al 46% de las que tenían estudios superiores. 59% sería la reducción de los embarazos en adolescentes si todas las niñas menores de 17 años en países con ingresos bajos accedieran a la educación superior. 44,6% alcanza la incidencia de pobreza en Colombia cuando los integrantes de una familia no tienen estudios; 28.5% cuando terminan secundaria 9% cuando logran estudios técnicos o profesionales y 5.3% cuando consiguen un posgrado. Si un trabajador tiene 6 años de educación formal, puede lograr un ingreso superior en un 50% frente  aquel que no ha recibido educación; si llega a los 12 años de preparación el incremento es del 120% y si se capacita 17 años es de hasta un 200%.
2.    Contexto de la política educativa en Colombia
Teniendo como base primera la “Guía metodológica de evaluación de desempeño docente” del Ministerio de Educación Nacional, el contexto de la política educativa en Colombia se estructura en torno a cuatro ejes de acción que son ampliación de cobertura, fortalecimiento de la eficiencia, pertinencia y mejoramiento de la calidad, la cual tomaremos para nuestro caso. Este último eje de política se relaciona con que los niños, niñas y jóvenes del país adquieran y desarrollen competencias que les permitan participar en la sociedad como ciudadanos productivos, así como convivir democrática y pacíficamente. Este enfoque de la calidad implica que el sistema educativo responda a las demandas de la sociedad y contribuya al desarrollo del país.
El eje de mejoramiento de la calidad ofrece referentes sobre el aprender y aprender a hacer, que vienen sustentados en la propiciación de la reflexión sobre el desempeño y la responsabilidad docente, frente a la calidad de la educación, permitiendo detectar los aciertos y las oportunidades de mejoramiento, proporcionando información acerca de los logros y desempeños del sistema educativo y sus actores, en relación con las metas y los objetivos de calidad educativa para el mundo de hoy.
La reflexión sobre el desempeño y la responsabilidad docente, basada en la evidencia, sustentada ésta en pruebas y demostraciones objetivas multimetódicas y multireferenciales es un acción procesual, continua, sistemática y estratégica de la política educativa, con el fin de emitir un juicio de valor a cerca de la dinámica educativa, fundamentando decisiones oportunas y acciones efectivas, que conducen a generar cambios positivos en los métodos educativos los cuales se reflejan en los procesos de aula, la gestión institucional y el desarrollo de la comunidad.
Esta reflexión evaluativa implica una mirada integral de la persona, vinculando sus características personales frente a su desempeño laboral y a los resultados de su trabajo, promoviendo el reconocimiento de los logros y aportes individuales, haciendo énfasis en sus competencias, en sus características intrínsecas individuales, que se manifiestan y demuestran en su capacidad real y efectiva para llevar a cabo de forma flexible y creativa, interactuando la disposición para construir, el conocimiento para asimilar y las habilidades personales para desarrollar, la resolución exitosa de situaciones puntuales, que llevan a la persona a que alcance niveles de desempeño cada vez más alto en su actividad laboral plenamente identificada.
El desempeño laboral del docente que se refleja en la reflexión evaluativa que influye directamente sobre los logros de aprendizaje de los estudiantes y sobre los resultados de la organización escolar posee dos características, una funcional respecto al hacer y que corresponde al desempeño de las responsabilidades específicas del cargo y otra comportamental respecto al ser y que se refiere a las actitudes, los valores, los intereses, las motivaciones, en síntesis, las características en conjunto de la personalidad que conducen a actuaciones intencionales.
Teniendo como base segunda el «Sistema Colombiano de Formación de Educadores» se consideran que los ejes transversales de este sistema son: la pedagogía, como saber fundante de la formación de educadores que proporciona los elementos para el desarrollo de procesos cualificados integrales de enseñanza y aprendizaje, debidamente orientados y acordes con las expectativas sociales, culturales, colectivas y ambientales, de la familia y de la sociedad; la investigación, que como alternativa didáctica cobra cada vez mayor importancia teniendo en cuenta la dirección de las tendencias educativas contemporáneas, en las que prima el saber conocer y la comprensión de los conceptos, más que la acumulación de contenidos generales y específicos implica, orientar la capacidad de formular los cuestionamientos que promueven el desarrollo del pensamiento, conduciendo a formar un sujeto social y cultural que se pregunta por las realidades y su entorno con actitud de búsqueda de razones y explicaciones y con el interés por construir alternativas para las diversas situaciones que este mundo acelerado y cambiante ofrece; la evaluación, que hace parte fundamental de la acción profesional  del educador en dos aspectos de importancia: uno en cuanto elemento formativo para el aprendizaje y dos, como acción de contrastación de la adquisición y apropiación de los conocimientos, saberse y experiencias. El valor de la evaluación está en la retroalimentación de los procesos y de su aporte a la toma de decisiones, en las diferentes instancias.
Todos los programas de formación de educadores se estructuran, teniendo en cuenta en especial, el desarrollo armónico de los siguientes campos: formación pedagógica, que proporciona los fundamentos para el desarrollo de procesos cualificados integrales de enseñanza y aprendizaje, debidamente orientados y acordes con las expectativas sociales, culturales, colectivas y ambientales de la familia y de la sociedad; formación disciplinar, especifica en un área del conocimiento que lleve a la profundización  en un saber o disciplina determinada o en la gestión de la educación; formación científica e investigativa, que brinde los elementos y la práctica para la comprensión y aplicación científica del saber y la capacidad para innovar e investigar en el campo pedagógico; formación deontológica y en valores humanos, que promueva la idoneidad ética del educador, de manera tal que pueda contribuir efectivamente con los educandos, a la construcción permanente de niveles de convivencia, tolerancia, responsabilidad y democracia.
3.    Ejes estratégicos de una reforma educativa.
Habiendo ubicado el contexto evaluativo de la política educativa en Colombia y el sistema colombiano de formación de educadores, es momento de determinar los ejes estratégicos de una reforma en calidad educativa, teniendo como base el documento “Tras la excelencia docente” de la Fundación Compartir.
Es de considerar que, la calidad docente, contribuye más que cualquier otro insumo escolar, a explicar diferencias en el desempeño estudiantil. Es más rentable para un centro educativo, seleccionar y retener a los mejores maestros, que reducir el tamaño de las clases, ya que la inversión en calidad docente, contribuye a mejorar el aprendizaje de los estudiantes y conseguir un mayor logro educativo.
Para tener una alta calidad docente, se ha de enfatizar desde las facultades de educación, que de por si la oferta es excesivamente alta y heterogénea en el país y pocas tienen registro de alta calidad, en la práctica docente y sobre todo en la investigación pedagógica y teórica generando conocimiento. En comparación con los países altamente calificados en educación, la docencia es una de las profesiones con mayor exigencia académica de ingreso, mayor estatus y reconocimiento social, teniendo una remuneración alta y competitiva con cualquier otra profesión, desde el inicio y durante su carrera profesional, logrando atraer a los mejores bachilleres de los respectivos países.
En relación con la evaluación docente colombiana, fundamentada en competencias funcionales que corresponden al 70% de la evaluación y competencias comportamentales que representan el 30% de dicha evaluación, la evaluación docente en estos países, incluye medidas a partir del logro estudiantil, la observación de prácticas en el aula a los docentes nuevos por parte de docentes maestros con experiencia académica y pedagógica, y la percepción de los estudiantes.
Es preocupante mencionar que la evaluación docente aplicada en Colombia no permite identificar oportunidades específicas de mejoramiento, porque no incluye elementos de autoevaluación y menos aún, medición a partir de la observación de práctica en el aula y peor aún, la mayoría de los graduados de formación docente, poseen niveles inferiores en la competencias de escritura relacionado con la lectura, razonamiento cuantitativo relacionado con la matematica, competencias ciudadanas, medidas estas a través de las pruebas saber, comparadas con otras profesiones.
Los docentes en Colombia cuestionan la utilidad de la evaluación para determinar ascensos, pues las oportunidades de formación de docentes en servicio son demasiado genéricas y no se articulan en las necesidades pedagógicas individuales. Los docentes ganadores del premio compartir maestro coinciden en resaltar la ineficacia del modelo de evaluación y su escasa alineación con las necesidades y oportunidades de capacitación, pero a la vez destacan, la importancia de generar espacios para el desarrollo de proyectos especiales de innovación pedagógica.
Frente a este vistazo panorámico que presenta el documento “Tras la excelencia docente” y teniendo como puntos comparativos aquellos países que tienen el mejor desarrollo educativo, se plasman cinco ejes estratégicos de reforma educativa que se contemplan en, lo referente a la formación previa del docente, la selección, la evaluación para el mejoramiento continuo, la formación en servicio y la remuneración y reconocimiento.
En relación a la formación previa al servicio, se plantea promover la práctica docente en el aula y el hacer énfasis en la investigación pedagógica ya que, la educación y formación de los docentes si esta correlacionada con el aprendizaje de los estudiantes.  Frente a esto es necesario anotar que los profesionales no licenciados, graduados de programas no especializados en formar docentes (PND), tienen una correlación mayor con el aprendizaje de los estudiantes, que los licenciados graduados de programas especializados en formar docentes (PFD), lo cual conduce a determinar que la alta presencia de graduados de PFD entre los profesores del sistema público colombiano, plantea la necesidad de mejorar dichos programas, para así mejorar la calidad de la docencia y de la educación en el país.
Los datos que tienen las facultades de Educación sobre el número de inscritos evidencia que, los programas de formación docente hacen parte de los programas con menos demanda de admisión en el país y comparándolo con otras áreas del conocimiento, los PFD tienen bajas proporciones de estudiantes con puntajes altos en las pruebas Saber 11 y altas tasas de estudiantes con puntajes bajos en esta misma prueba, lo cual lleva a demostrar que el ingreso a estos programas no gozan de una alta exigencia académica en las pruebas de admisión. Teniendo como base las pruebas Saber Pro 2012 se evidencia que en lo referente a competencias ciudadanas, lectura crítica y razonamiento cuantitativo los PFD poseen menores resultados efectivos, frente a los mayores resultados efectivos de los PND.
La actual estructura salarial de los docentes repercute negativamente en las decisiones de escogencia de la profesión por parte de los jóvenes. En el país, no se está remunerando al docente de acuerdo con su desempeño laboral pues el sistema salarial hace que todos devenguen un salario similar, independientemente de la calidad de su trabajo o esfuerzo que hagan en su labor lo cual conlleva a que las personas más hábiles y comprometidas con su labor, busquen empleos en donde su mayor esfuerzo y mejores resultados en el trabajo, sean premiados por el mercado.
Los colegios de alto desempeño se diferencian de los de bajo desempeño en cinco características principales de los docentes, el nivel de educación, en donde la proporción de docentes con posgrado es más del triple que los del bajo desempeño, la experiencia, el tiempo de dedicación, la calidad medida por la percepción de los estudiantes, el tiempo de enseñanza. La proporción de docentes de planta en los colegios de alto desempeño es significativamente mayor que los de bajo desempeño, no hay una rotación frecuente de docentes, lo cual genera un orden armonioso en el marco pedagógico y educacional del colegio, viéndose esto en la mayor apropiación y generación de conocimiento por parte de los estudiantes con sus maestros, los cuales van conociendo año tras año, el progreso de cada uno de los estudiantes, pudiéndolos estimular educativamente.
Desde la perspectiva de maestros que han ganado el premio compartir Maestro y estudiantes de licenciaturas, sobre la carrera docente, se resaltan cinco resultados principales. Primero, existe un claro vacío en la formación en el servicio de los docentes, no existen procesos de acompañamiento a los docentes en el momento del ingreso al magisterio ni en los procesos de ascenso, existen pocos espacios para el desarrollo de proyectos donde los docentes puedan hacer innovaciones pedagógicas en términos de investigación y de implementación de nuevas estrategias, no hay oferta adecuada de cursos, diplomados o posgrados y no hay horarios adecuados y fácil acceso a la financiación. Segundo, la gestión de los rectores puede incidir en el desempeño y formación en servicio de los docentes. Tercero, falta fortalecer aún, más espacios de desarrollo profesional para los maestros sobresalientes en los colegios, para encontrar oportunidades de continuación con sus proyectos o el desarrollo de nuevas ideas. Cuarto, la vocación por la docencia y el servicio al país son características comunes de los docentes extraordinarios, pero los estudiantes de licenciaturas no mostraron una motivación extraordinaria por transformar la sociedad a través de su quehacer como educadores. Quinto, se evidencia claramente la falta de reconocimiento a la labor docente.





Las tres dimensiones del Desarrollo Humano Integral.



La espiritualidad, raíz del desarrollo humano integral.
Para este primer punto quiero ubicarlos en el siguiente texto de referencia, que nos dará las pautas para la reflexión de esta temática, propiciando elementos para elaborar pedagógicamente, paso a paso, el fortalecimiento de la dinámica espiritual en la vida y como ella nos capacita para afrontar de manera decidida los retos que se presentan en el transcurrir de la vida, de modo que se superen, llegando a ser fieles testigos de la esperanza frente a las adversidades cotidianas.
El texto a considerar como marco, es el que se refiere al hecho de la manifestación de Dios a Moisés en la zarza ardiente que se delimita en Ex 3,1-4,17 y que corresponde a la siguiente narración:
Moisés era pastor del rebaño de Jetró su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas más allá del desierto; y llegó hasta Horeb, la montaña de Dios. El ángel de Yahveh se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de una zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no se consumía. Dijo, pues, Moisés: 
«Voy a acercarme para ver este extraño caso: por qué no se consume la zarza.»
Cuando vio Yahveh que Moisés se acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza, diciendo:
«¡Moisés, Moisés!»
El respondió:
«Heme aquí.»
Le dijo:
«No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra sagrada.»
Y añadió:
«Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.»
Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios.
Dijo Yahveh:
«Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos. He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos. Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto además la opresión con que los egipcios los oprimen. Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.»
Dijo Moisés a Dios:
¿Quién soy yo para ir a Faraón y sacar de Egipto a los israelitas?»
Respondió:
«Yo estaré contigo y esta será para ti la señal de que yo te envío: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto daréis culto a Dios en este monte.»
Contestó Moisés a Dios:
«Si voy a los israelitas y les digo: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros"; cuando me pregunten: "¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé?»
Dijo Dios a Moisés:
«Yo soy el que soy.»
Y añadió:
«Así dirás a los israelitas: "Yo soy" me ha enviado a vosotros.»
Siguió Dios diciendo a Moisés:
«Así dirás a los israelitas: Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación. Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: "Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: Yo os he visitado y he visto lo que os han hecho en Egipto. Y he decidido sacaros de la tribulación de Egipto al país de los cananeos, los hititas, los amorreos, perizitas, jivitas y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel." Ellos escucharán tu voz, y tú irás con los ancianos de Israel donde el rey de Egipto; y le diréis: "Yahveh, el Dios de los hebreos, se nos ha aparecido. Permite, pues, que vayamos camino de tres días al desierto, para ofrecer sacrificios a Yahveh, nuestro Dios." Ya sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino forzado por mano poderosa. Pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con toda suerte de prodigios que obraré en medio de ellos y después os dejará salir. Yo haré que este pueblo halle gracia a los ojos de los egipcios, de modo que cuando partáis, no saldréis con las manos vacías, sino que cada mujer pedirá a su vecina y a la que mora en su casa objetos de plata, objetos de oro y vestidos, que pondréis a vuestros hijos y a vuestras hijas, y así despojaréis a los egipcios.»
Respondió Moisés y dijo:
«No van a creerme, ni escucharán mi voz; pues dirán: "No se te ha aparecido Yahveh."»
Díjole Yahveh:
«¿Qué tienes en tu mano?»
«Un cayado», respondió él.
Yahveh le dijo:
«Echalo a tierra.» Lo echó a tierra y se convirtió en serpiente; y Moisés huyó de ella.
Dijo Yahveh a Moisés:
«Extiende tu mano y agárrala por la cola.»
Extendió la mano, la agarró, y volvió a ser cayado en su mano...
«Para que crean que se te ha aparecido Yahveh, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.»
Y añadió Yahveh:
«Mete tu mano en el pecho.»
Metió él la mano en su pecho y cuando la volvió a sacar estaba cubierta de lepra, blanca como la nieve.
Y le dijo:
«Vuelve a meter la mano en tu pecho.»
La volvió a meter y, cuando la sacó de nuevo, estaba ya como el resto de su carne.
«Así pues, si no te creen ni escuchan la voz por la primera señal, creerán por la segunda.
Y si no creen tampoco por estas dos señales y no escuchan tu voz, tomarás agua del Río y la derramarás en el suelo; y el agua que saques del Río se convertirá en sangre sobre el suelo.»
Dijo Moisés a Yahveh:
«¡Por favor, Señor! Yo no he sido nunca hombre de palabra fácil, ni aun después de haber hablado tú con tu siervo; sino que soy torpe de boca y de lengua.»
Le respondió Yahveh:
«¿Quién ha dado al hombre la boca? ¿? Quién hace al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo, Yahveh? Así pues, vete, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que debes decir.»
El replicó:
«Por favor, envía a quien quieras.»
Entonces se encendió la ira de Yahveh contra Moisés, y le dijo:
«¿No tienes a tu hermano Aarón el levita? Sé que él habla bien; he aquí que justamente ahora sale a tu encuentro, y al verte se alegrará su corazón. Tú le hablarás y pondrás las palabras en su boca; yo estaré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer. El hablará por ti al pueblo, él será tu boca y tú serás su dios. Toma también en tu mano este cayado, porque con él has de hacer las señales.»
La experiencia de la espiritualidad, se manifiesta en la realidad concreta del ser humano, en su acontecer diario. Para dar sentido a la vida, esta experiencia, tiene que ocurrir en las situaciones de la vida, florece en medio del cansancio de la vida, en medio de las búsquedas, en medio de los caminos desérticos del existir, en donde prima la esperanza por algo mejor, así sea lo más simple en el camino. Allí donde no hay más que rocas ásperas, que posiblemente hieren pero que también templan el espíritu humano y le dan fuerza y vigor para seguir ascendiendo, allí donde parece que no hay nada, acontecen sucesos históricos transformadores, inauditos y asombrosos que conmueven e inquietan las realidades más profundas y consistentes del ser humano haciéndolo reflexionar, pensar, generando preguntas y cuestionamientos los cuales no tienen una respuesta concreta y esto empuja al hombre desde su deseo de conocer y responderse a sus inquietudes, a aventurar decididamente en la búsqueda de la verdad. Tras esta búsqueda sincera se revela Dios, llamando por el nombre propio al ser humano, reconociendo en él, su identidad, quien es, de que es capaz y de que no es capaz, su realidad total y plena, tomándolo como parte de si, para asumirlo.
El llamado de Dios en la realidad histórica del ser humano, es un suceso histórico, que se convierte en un hito histórico, en donde se genera un quiebre en el existir, en la razón de ser de la persona que ha generado una disposición de escucha, de apertura del ser profundo, desde el asombro y la emoción, permitiendo que otro intervenga en su ser, derribando los muros de división interna, las seguridades profundas, haciendo florecer la libertad interior, desde la cual se responde, reconociéndose y haciéndose presente para asumir este hecho histórico, como realidad histórica personal, en donde sucede una confluencia entre el que llama y el que es llamado, una pertenencia común, entre el que pronuncia la palabra y la escucha, desarrollándose el proceso de identidad.
Este llamado, es pronunciado desde el ser profundo de Dios, desde su esencia primordial, una esencia que es relacional y que por su naturaleza suscita la existencia, penetrando en ella, instalándose en ella, tomando posesión de ella, generando la confianza, la seguridad.
Dios llama al ser humano, en medio de la realidad que contempla, que lo abarca, haciéndose Dios protagonista del destino limitado del ser humano, para transformarlo en un destino sin confines. Dios no es ajeno a las situaciones históricas del ser humano, se ubica en medio de ellas para transformarlas, para darles sentido, haciéndose familiar, compartiendo su ser íntimo e inabarcable.
Cuando el ser humano escucha, se ejerce una acción de resonancia en la mente y en el corazón de la palabra pronunciada, generando un movimiento de respuesta histórica presente, “aquí estoy”. Al desarrollarse esta respuesta, se está asumiendo personalmente, el motivo de esta palabra pronunciada, sus razones y las acciones a las cuales conduce, el que, el por qué y el para que de ella, interactuando de forma consistente con el Tu primordial que establece la relación.
La acción del “aquí estoy”, es una acción que se ejerce frente a un “alguien” no frente a un “algo”, en un presente situacional, en donde se pone a disposición la realidad total y plena del ser humano, su identidad, su capacidad. Este “aquí estoy” es un elemento comunicacional, en donde se verifica una común unión, entre un yo y un tú.
Quitarse las sandalias, ante la experiencia de encuentro personal con Dios, significa despojarse de las seguridades, permitiendo sentir en toda su envergadura la presencia dinámica de Dios, una dinámica que supera todo concepto, que conmueve todo el ser. La descalcez ante Dios conlleva a vivenciar desde todo lo áspero de la vida, la grata dulzura de la presencia de Dios, que desciende, que se rebaja “descalzándose” de su gloria para calzar al ser humano con ella.
La palabra, pronunciada por parte de Dios y escuchada por parte del ser humano, por su carga dinámica, empuja a ejercer con vigorosidad actos liberadores, que se convierten en hechos históricos, en donde se fundan nuevos paradigmas para realzar el sentido de la vida, el propósito de ella en medio de la realidad circundante, para transformarla.
La palabra de Dios dirigida al ser humano está anclada en la realidad del sufrimiento del oprimido, esta realidad la ve, la escucha y la conoce, Dios, èl no es ajeno a ella y participa de sus dolores dándoles sentido y valor en la esperanza, de modo que interviene en la historia apoyado por el ser humano.
El carácter definitivo de la dimensión espiritual es la liberación, es el sentido de la vida en medio del sufrimiento, para superarlo y para que se ejerza este carácter plenamente, la palabra de Dios, con su fuerza empuja y ordena al ser humano a ponerse en camino, un camino no exento de grandes dificultades y retos que querrán doblegar el espíritu humano, pero que por la obediencia del ser humano a este envío, se disfruta de la presencia continua por parte de Dios, de su compañía, de su amistad.
La obediencia a Dios es significativa, da una nueva representación del ser humano frente a los hechos contextuales de vida en los cuales se involucra, afirma la presencia transformadora e innovadora que desencaja las realidades opresoras, sacando al oprimido de ellas y llevándolo a contemplar la hermosura de la fuente y cumbre de la felicidad, a extasiarse en Dios liberador.
La obediencia es el efecto del que escucha, la causa de la obediencia es la escucha. La obediencia a la palabra de Dios compromete la subordinación de la propia voluntad a la autoridad de Dios. Es por medio de esta obediencia que el ser humano trasciende, esta obediencia lo capacita le da fuerza y vocación para superarse a sí mismo, olvidándose de sí, de su propio egoísmo relegándolo a un segundo plano, porque hay algo más importante para él que el propio y minúsculo yo, que ciertamente encontrara al perderse en otros, de este modo puede manifestar con mayor claridad el camino hacia la felicidad, abandonando la perspectiva del yo personal, apoyado en el Tu de Dios, para coronarse ampliamente en el nosotros.
La palabra pronunciada por parte de Dios y escuchada por parte del hombre, exige una opción personal, una ruptura con la opinión general y habitual de una sociedad y que suele ser una exigencia dura y poco asimilable, ya que conlleva a la inseguridad, al desacomodamiento de costumbres y hábitos que anquilosan los ideales más profundos y sublimes del ser humano.
Quien obedece al deseo de Dios ha de vencer grandes resistencias y asumir incluso ciertas marginaciones, las cuales ponen en tela de juicio el encuentro personal con Dios suscitando a una referencia meramente emocional e inconsciente, dejando de lado el encuentro.
El que obedece se convierte en enviado, en representante veraz de la palabra liberadora pronunciada por el que envía y éste a la vez, asume una presencia continua, eficaz y eficiente que brinda protección y respaldo al enviado, por el hecho de llevar aquel, el testimonio de lo que ha visto y ha oído, de aquello que ha experimentado, pero esta protección y respaldo al enviado conlleva una postura propia de humildad y sencillez, reconociendo el enviado, que no es su palabra la que pronuncia, sino la que se le ha ordenado, la que le brinda una estructura firme y convincente frente a la misión que encara el envio.
La humildad en la obediencia, significa que la realidad del acto de fe se apoya en un acto existencial, que Dios es dentro del ser humano la voz que lo llama a ser aquello que está destinado a ser, transformando el fracaso y la desesperación, en realización, mostrando el sentido de aquello que parece no tener sentido, de aquello que enlagunado por el desborde de las crisis existenciales tiende a menospreciar el sentido de la esperanza, de la alegría, de la felicidad, por tanto, quien vive abierto incondicional y obedientemente a la acción y a la palabra de Dios, se convierte en un testigo de la esperanza, en respuesta humana a un problema humano.
Con la obediencia asumida, el ser humano adquiere poder de convocación y provocación. Convoca a la sociedad para que lo escuche, provocando en ella, acciones de liberación que tienen tras de sí, la decisión e iniciativa de Dios, la cual reconoce la dureza del corazón del opresor, frente a la debilidad del corazón del oprimido, apropiándose Dios del sufrimiento del ser humano oprimido, despojando de las riquezas al opresor y llenando las manos vacías del oprimido.
Los actos liberadores que está llamado a ejercer el ser humano, son actos dialogantes que se producen cuando expresándose el Yo, no solamente se dirige a un Tu, sino en conjunto dialogan sobre un Nosotros y esto tiene mucho que ver con el amor, ya que este no consiste en quedarse prendido de los ojos del otro, sino en mirar juntos en la misma dirección. Asì queda abierto el campo para el Nosotros. Las miradas se vuelven paralelas, se pierden y se encuentran en el Nosotros. El amor es la responsabilidad de un Yo por un Tu, resonando en un Nosotros, en esto reside la igualdad, este es el destino del ser humano creado por Dios, para la esperanza.
Frente a la magnitud del amor de Dios, manifestado en su palabra, está la perplejidad, el dilema, el titubeo del ser humano, frente a lo excelso de ese amor y Dios, reconociendo esta situación, se manifiesta con prodigios, prodigios de amor que encierran el sentido último de la realidad llamada a experimentarse, no en el ser ni en el tener, sino en el repartir y el compartir en donde se orienta, toda la potencialidad amorosa entre Dios y el ser humano. Esta potencia amorosa da contundencia a la palabra pronunciada por parte de Dios, genera una radicación existencial evidente conllevada por una asunción afectiva propiciada, por una adhesión intencional al deseo propio de Dios, pronunciado.
El ser humano, frente a la manifestación prodigiosa de Dios, reconoce sus miedos y sus debilidades, y Dios asumiéndolos como propios, los transforma con la fuerza de su presencia, dando soluciones, no dejando al ser humano solo, frente a sus miedos, sino haciéndolo libre, para que libere. Solo el que es libre, puede liberar.
Se es espiritual en la medida en que uno se trasciende a sì mismo, no se orienta hacia sì mismo, sino hacia algo o alguien en el mundo, hacia un Tu. Ser humano es estar orientado intencionalmente hacia otro ser o hacia un semejante. Pero en el momento en que esta intencionalidad se vuelve hacia uno mismo, pierde su sentido.
Cuando la espiritualidad se corrompe, pierde su sabor, se vuelve insípida, se deshumaniza el hombre, se pierde el sentido de la vida, la dirección, el rumbo, la meta a la cual se debe llegar, por eso cuando se fortalece la espiritualidad, se robustece la posibilidad concreta de sentido, se adquiere responsabilidad histórica para reconfigurar todo, haciendo nuevas todas las cosas, por el hecho de participar de la dinámica creadora de Dios.
Si la posibilidad de sentido no fuera única e irrecuperable, y la persona no fuera única e insustituible, difícilmente sería ya factible la responsabilidad. La irrepetibilidad de la persona, junto con la irrepetibilidad de la situación que sale al encuentro, configuran una doble responsabilidad en el ser humano: con respecto a lo que hace aquí y ahora, y que solo puede hacer aquí y ahora, y con respecto a lo que llegarà a ser en el momento siguiente.
El sentido del ser humano concreto se eleva sobre el ser y apunta al deber ser, a algo futuro. Eso es lo que hace justamente la espiritualidad manifestada a través de la esperanza. No muestra la realidad en su actual tridimensionalidad sino que añade una cuarta dimensión, la del futuro.
La acción liberadora que es efecto causal del encuentro con Dios, està hermanada con el futuro, pues cada acción liberadora busca un resultado, todavía pendiente. No se puede hacer algo sin fe en el futuro, pues la acción necesita tiempo para desembocar en resultados. Por tanto, la realización del sentido requiere dos pilares: los hechos y la fe en el futuro.
La espiritualidad es lo que hace al ser humano, verdaderamente humano dándole la posibilidad de describirse en términos de responsabilidad. El ser humano no se determina por impulsos, se determina por decisiones responsables que le dan carácter de una existencia autèntica y por tanto libre.
La libertad que genera la espiritualidad es integradora, conlleva unidad dentro de todas las dimensiones bio-psico-sociales de la persona, propiciando la coherencia de vida, la plenitud en el existir, desarrollando la facultad de decidir responsablemente, de ser protagonista de la historia, de ser generador de historia y una historia que se ha de recordar gracias a sus elementos constructivos que ha generado y propiciado, y que han servido como fundamento en el desarrollo humano integral.
El amor revelado al ser humano, por parte de Dios, en el encuentro personal, revela potencialidades dormidas en la persona amada que èsta, todavía no ha hecho reales. El amor convierte las potencias inconscientes, en actos conscientes con el objetivo de restablecerlo a la larga como un habito inconsciente, restableciendo la espontaneidad y la inocencia de un acto existencial sin pasar por la reflexión.
La espiritualidad con su carga, fortalece la consciencia, ya que ella tiene un origen trascendente, para encaminarla en la búsqueda y desarrollo del bien común, no instintivamente, sino responsablemente teniendo un referente intencional, un “hacia que”.
La capacidad del ser humano de ser responsable se gesta en el terreno inconsciente, allì se llevan a cabo las grandes decisiones existenciales, que dan respuesta a la búsqueda de significados, a la búsqueda de sì mismo, de su propósito de vida, pues el deseo de significado es realmente una necesidad especifica, la principal preocupación  del ser humano.
Cada situación de la vida cotidiana con la que se enfrenta el ser humano, coloca una exigencia, presenta una pregunta, una pregunta que se debe responder haciendo algo respecto a esa situación; convirtiendo el sufrimiento en un éxito y en un logro humano, extrayendo de la culpa la oportunidad para cambiar, para mejorar, viendo en la transitoriedad de la vida el incentivo para emprender una acción responsable.
En conclusión, la espiritualidad se revela como la realización de lo que se podría llamar el deseo de llegar a un significado último. Ser espiritual consiste en haber encontrado una respuesta a la pregunta ¿Cuál es el sentido de la vida? Creer en Dios es comprobar que la vida tiene un sentido.  










La Inteligencia Emocional, tronco del Desarrollo Humano Integral.
Para este segundo punto quiero comenzar, ubicando un texto de referencia, que nos adentrara en esta reflexión que vamos a tener en este momento.
El texto a considerar como marco, es el que refiere a que los reyes deben buscar la sabiduría, y que ella se deja hallar y que corresponde al siguiente texto del libro de Sabiduría en Sb6,1-21:
Oíd, pues, reyes, y entended. Aprended, jueces de los confines de la tierra.
Estad atentos los que gobernáis multitudes y estáis orgullosos de la muchedumbre de vuestros pueblos.
Porque del Señor habéis recibido el poder, del Altísimo, la soberanía; él examinará vuestras obras y sondeará vuestras intenciones.
Si, como ministros que sois de su reino, no habéis juzgado rectamente, ni observado la ley, ni caminado siguiendo la voluntad de Dios, terrible y repentino se presentará ante vosotros. Porque un juicio implacable espera a los que están en lo alto; al pequeño, por piedad, se le perdona, pero los poderosos serán poderosamente examinados.
Que el Señor de todos ante nadie retrocede, no hay grandeza que se le imponga; al pequeño como al grande él mismo los hizo y de todos tiene igual cuidado, pero una investigación severa aguarda a los que están en el poder.
A vosotros, pues, soberanos, se dirigen mis palabras para que aprendaís sabiduría y no faltéis;
porque los que guarden santamente las cosas santas, serán reconocidos santos, y los que se dejen instruir en ellas, encontrarán defensa.
Desead, pues, mis palabras; ansiadlas, que ellas os instruirán.
Radiante e inmarcesible es la Sabiduría. Fácilmente la contemplan los que la aman y la encuentran los que la buscan.
Se anticipa a darse a conocer a los que la anhelan.
Quien madruge para buscarla, no se fatigará, que a su puerta la encontrará sentada.
Pensar en ella es la perfección de la prudencia, y quien por ella se desvele, pronto se verá sin cuidados.
Pues ella misma va por todas partes buscando a los que son dignos de ella: se les muestra benévola en los caminos y les sale al encuentro en todos sus pensamientos.
Pues su comienzo es el deseo más verdadero de instrucción, la preocupación por la instrucción es el amor, el amor es la observancia de sus leyes, la atención a las leyes es la garantía de la incorruptibilidad y la incorruptibilidad hace estar cerca de Dios; por tanto, el deseo de la Sabiduría conduce a la realeza.
Si, pues, gustáis de tronos y cetros, soberanos de los pueblos, apreciad la Sabiduría para que reinéis eternamente.
¿Porque este texto de la sabiduría, si vamos a tratar el tema de la inteligencia emocional? Porque la sabiduría y la inteligencia se correlacionan.
La búsqueda de la sabiduría exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su voluntad, un corazón recto y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar la sabiduría. Por medio de ella, Dios da a conocer al hombre el misterio de su voluntad, la verdad, es decir aquello que es sólido, seguro, digno de confianza y que es por tanto la cualidad de lo que es estable, probado, en lo que uno se puede apoyar. Una paz de verdad, es una paz duradera, un camino de verdad es un camino que conduce a una meta. La verdad se puede traducir por fidelidad, en donde se descubre el ser que se encuentra oculto, por el velo de la apariencia.
En la Sabiduría se destaca el juicio sano basado en conocimiento y entendimiento, la aptitud de valerse del conocimiento con éxito, y el entendimiento para resolver problemas, evitar o impedir peligros, alcanzar ciertas metas, o aconsejar a otros. Es lo opuesto a la tontedad, la estupidez y la locura, y a menudo se contrasta con éstas.
La sabiduría es el conocimiento cierto de las causas más profundas de todo y tiene como función propia ordenar y juzgar todos los conocimientos.
La sabiduría es el recto ordenamiento de la razón en el vivir, estableciendo unas reglas propias, un estilo, una expresión, de modo que el sabio, el que gusta de la sabiduría, se preocupa ante todo por saber cómo conducir su vida para obtener la verdadera felicidad. El sabio por excelencia, es el experto en el arte de vivir bien. Lanza al mundo que le rodea una mirada lucida y sin ilusión, conoce sus taras, lo cual no quiere decir que las apruebe. Como psicólogo que es, sabe lo que se oculta en el corazón humano, lo que es para él, causa de gozo o de pena.
Pero no se confía en este papel de observador, siendo un educador nato, traza reglas de prudencia, moderación en los deseos, trabajo, humildad, ponderación, mesura, lealtad en el lenguaje, entre muchas otras. Y para apoyar sus pareceres, recurre siempre que puede a la experiencia, a su inspiración profunda, pues habiendo adquirido la sabiduría a costa de rudos esfuerzos, nada desea tanto como trasmitirla a los otros e invita a emprender con ánimo, su difícil aprendizaje.
La sabiduría, es la joya que corona la autoridad, entendida como la responsabilidad de estructurar el bien común, en el servicio a la comunidad. Es la sabiduría la que le da su sentido y razón a la autoridad y le brinda la prudencia en el obrar, prudencia que engrandece a quien la práctica, a quien se desvela y fatiga, buscando la sabiduría.
La persona sabia desarrolla este carácter cuando aplica en la experiencia la atención, la inteligencia, la racionalidad crítica y la responsabilidad, obteniendo conclusiones que dan un mayor entendimiento, que a su vez  capacitan para reflexionar, conllevando al discernimiento de la verdad, lo bueno y lo malo.
Ahora bien, la inteligencia que es una palabra que proviene del latín intellegere, término compuesto de inter 'entre' y legere 'leer, escoger', significa etimológicamente saber escoger. La inteligencia permite elegir las mejores opciones para resolver una cuestión.
La inteligencia entonces es la capacidad de entender, es decir del tener un conocimiento o idea clara del ánimo o la intención frente a las cosas, adquiriendo autoridad y competencia frente algo; la capacidad de comprender, o sea del proceso de creación mental por el que, partiendo de ciertos datos aportados por un emisor, el receptor crea una imagen del mensaje que se le quiere transmitir. Para ello es necesario dar un significado a los datos que se recibe es decir, a cualquier información que pueda ser utilizada para llegar a abrazar e incluir en sí, un mensaje. Este proceso consiste en aislar, identificar y unir de forma coherente unos datos externos con los datos de que dispone la persona. El ser humano tiene necesidad de comprender y por lo tanto de contar con una hipótesis sobre cualquier acontecimiento. Ante cualquier mensaje o situación se realiza una interpretación, la más adecuada y acorde posible a los datos disponibles en ese momento. Esto no quiere decir que sea la "correcta" pero si es suficiente para saciar la necesidad de interpretar la realidad que rodea. Es inevitable e imposible no realizar interpretaciones. Todo es interpretado, aunque las interpretaciones estén continuamente variando y completándose. El proceso de creación de interpretaciones es la mayoría de las veces inconsciente aunque a veces pueda ser controlado conscientemente; la capacidad de asimilar, entendida como la incorporación al ser, de la sustancia de la idea o creencia cognitiva apta para la formación de si, para asemejarse, mostrando cierto parecido con la idea o creencia.
Estas capacidades de entender, comprender y asimilar, de la inteligencia, dan pautas para elaborar información y utilizarla en la resolución de problemas. La inteligencia parece estar ligada a otras funciones mentales como la percepción, o capacidad de recibir información, y la memoria, o capacidad de almacenarla.
Ahora bien, entendiendo que es la sabiduría y la inteligencia, continuemos con el punto del desarrollo del carácter de la persona sabia.
La aplicación de la atención en la experiencia implica, captar los datos de los sentidos y de la conciencia, prestar atención para entender, observando la realidad y haciéndose sensible a ella, viéndola, escuchándola, tocándola, percibiéndola, imaginándola, adquiriendo una consciencia operativa que involucra en la identificación del problema y sus datos. Pero hay veces en las que concretar el problema es más complicado de lo que parece, de modo que esta etapa, puede que requiera cierto esfuerzo, sobre todo, si los parámetros del asunto que atañe, no resultan del todo evidentes.
Identificar el problema, demanda conocer las propias emociones, conociéndose a si mismo. La consciencia de uno mismo, es la clave de la inteligencia emocional, porque manifiesta una atención progresiva a los propios estados internos. La auto observación que se desarrolla a partir de la consciencia de uno mismo, permite la ecuanimidad  de sentimientos, la sobriedad, porque el conocerse a si mismo, es reconocer los límites de su propia naturaleza y es la condición primera e indispensable para que surja el deseo del verdadero conocimiento.
El conocerse a si mismo es la capacidad de formar un modelo preciso, realista y coherente de uno mismo y ser capaz de usar ese modelo para operar eficazmente en la vida, permitiendo construir relaciones estables, fraternas en donde no prima la competencia individual, sino que libre de ella, ejerce acciones asociativas fundamentales accediendo, desde la toma de conciencia de la propia emoción, a la comprensión de los sentimientos de los demás, la tolerancia a las presiones y frustraciones que se soportan en las situaciones de la vida,  a la incrementación de las capacidades de empatía y habilidades sociales, y aumentar considerablemente las posibilidades de desarrollo social.  
La aplicación de la atención en si mismo, el conocerse a sí mismo reclama tiempo para sí mismo, no egolátricamente, no narcisistamente, sino de una manera que, cuando me involucro con mi yo, puedo reconocer más favorablemente al otro, ya que desvelando la verdad de mí, yo puedo ir al encuentro con el tu, sin escandalizarme de su realidad, apropiándome de su miseria, ayudándole a llevar su historia de una manera emocionalmente equilibrada.
Desvelando la verdad del ser, por medio del conocimiento de sí mismo, se adquiere la capacidad de motivarse y persistir frente a las decepciones, controlando los impulsos y regulando el humor y de esta manera, se evita que los trastornos emocionales disminuyan la capacidad de pensar, de mostrar empatía y abrigar la esperanza.
Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas, tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficientes y eficaces en su vida, ya que dominan los hábitos mentales los cuales favorecen su propia productividad.
Cuando se tiene un claro conocimiento de sí mismo, sabiéndose identificar los problemas y sus raíces atentamente, la persona obtiene una mayor certidumbre con respecto a sus sentimientos, son mejores guías de su vida y tienen una noción más segura de lo que sienten realmente con respecto a las decisiones personales. Las personas que carecen de esta capacidad luchan constantemente contra sentimientos de aflicción, mientras aquellas que la tienen desarrollada pueden recuperarse con mayor rapidez de los reveses y trastornos de la vida.
Otro aspecto en aplicar en la experiencia, es la inteligencia, que conlleva, comprender para formular, es el nivel de inquirir, de investigar, expresando lo comprendido, elaborando y asumiendo consecuencias de esto. Este aspecto presupone y complementa el primero.  Aquí la persona humana comienza a preguntar en orden a entender para obtener conceptos y manifestarlos en fórmulas. Las preguntas que parten del primer momento para llegar al segundo, son preguntas de una mente inquisitiva. Los datos de los sentidos y de la conciencia son incompletos, sin los conceptos obtenidos mediante la comprensión de los datos o imágenes. Así la inteligencia formula los conceptos obtenidos y acumula lo recibido en el primer momento.
Este aspecto conlleva a acopiar las emociones, canalizándolas de forma constructiva, teniendo autodominio para soportar las tormentas emocionales y de este modo, someter los embates de la pasión, para conducir la vida con equilibrio y templanza, ya que mantener bajo control las emociones es la clave para el bienestar emocional. Los momentos de decaimiento, así como los de entusiasmo, dan sabor a la vida, pero es necesario que guarden un equilibrio. El arte de serenarse es una habilidad fundamental para la vida, pues este permite que la euforia se doblegue, permitiendo ver con claridad el fondo del asunto, sin perturbación, sin obstáculos que distorsionan la realidad y de este modo contemplar la verdad de las cosas.
El autodominio emocional en donde se posterga la gratificación y se contiene la impulsividad, sirve de base a toda clase de logros. Ordenar las emociones al servicio de un objetivo claro es esencial para prestar atención, para concentrarse en las metas y para automotivarse desarrollando con dominio el arte de la creatividad y la innovación. Las personas que tienen esta capacidad suelen ser mucho más productivas y eficaces en cualquier tarea que emprendan.

Cuando las emociones entorpecen la concentración, ocurre que queda paralizada la capacidad mental cognitiva , la cual se denomina memoria activa, esta tiene la capacidad de retener en la mente toda la información que atañe a la tarea que se está realizando. La memoria activa es una función ejecutiva por excelencia de la vida mental, que hace posible todos los otros esfuerzos intelectuales, desde pronunciar una frase hasta desentrañar una compleja proposición lógica. La corteza prefontral ejecuta la memoria activa, y el recuerdo es el punto en el que se unen sensaciones y emociones. Cuando el circuito límbico que converge en la corteza prefrontal se encuentra sometido a la perturbación emocional, queda afectada la eficacia de la memoria activa: no se puede pensar correctamente.
Las preocupaciones y las ansiedades minan el intelecto, cuanto más propensa es una persona a las preocupaciones, más bajo es su rendimiento intelectual, sin embargo cuando se utilizan estas emociones anticipadamente, con el buen humor, pueden ser aprovechadas para motivarse y prepararse bien, consiguiendo un buen desempeño, ya que el buen humor favorece la capacidad de pensar con flexibilidad y con mayor complejidad, haciendo que resulte más fácil encontrar soluciones a los problemas ya sean intelectuales o interpersonales. Los beneficios intelectuales del buen humor son más sorprendentes cuando se trata de resolver un problema que requiere una solución creativa.
Las personas que abrigan muchas esperanzas, que tienen ilusiones y sueños, se fijan metas más elevadas y saben cómo trabajar arduamente para alcanzarlas. La esperanza juega un papel increíblemente poderoso en la vida al ofrecer ventajas en muchos y diversos ámbitos, ya que el que tiene esperanza cree firmemente que tiene la voluntad y los medios para alcanzar sus objetivos, sean estos cuales fueran.
Las personas que muestran niveles elevados de esperanza tienen una gran capacidad de automotivación, sintiéndose ellas lo suficientemente hábiles para encontrar formas de alcanzar sus objetivos, asegurándose, cuando se encuentra en un aprieto que las cosas van a mejorar, ser lo suficientemente sensibles para encontrar diversas maneras de alcanzar sus metas o modificarlas si se vuelven imposibles, y tener la sensación de reducir una tarea monumental en fragmentos más pequeños y manejables.
Al abrigar la esperanza, se abriga el optimismo y esto significa tener grandes expectativas de que las cosas saldrán bien en la vida a pesar de los contratiempos y las frustraciones. El optimismo es una actitud que evita que la persona caiga en la apatía, la desesperanza o la depresión ante la adversidad. Las personas optimistas consideran que el fracaso se debe a algo que puede ser modificado de manera tal que logren el éxito en la siguiente oportunidad, mientras que los pesimistas asumen la culpa del fracaso, adjudicándolo a alguna característica perdurable que son incapaces de cambiar. Mientras la estructura mental del pesimista conduce a la desesperación, la del optimista genera esperanza.
El tercer momento para que la persona sabia desarrolle este carácter es el de la aplicación de la racionalidad crítica, en donde se reflexiona para juzgar, ordenando las evidencias para hacer juicios sobre la verdad o falsedad, certeza o probabilidad, corrección o incorrección, bondad o malicia, etc. Aquí se reconoce lo que produce resultado y se rechaza lo que no lo da. Las preguntas que parten del segundo momento para llegar al tercero son preguntas de la mente crítica: se duda, se comprueba, se asegura. Los conceptos, definiciones, pensamientos, consideraciones, suposiciones, hipótesis, teorías, sistemas, reconstrucciones, realizaciones, se ponen en crisis cuando se pregunta: “¿Eso es así?” Aquí la persona comienza a preguntar en orden a reflexionar.
En este nivel se desarrolla un análisis de las opciones enumerándolas y examinándolas para resolver el problema. La solución ideal sería la que normalizara, tanto los aspectos externos del problema, como los internos, las emociones que ha despertado el problema, pero la solución ideal no siempre está al alcance. Frente a esto, se da un paso atrás para ganar cierta perspectiva y contemplar la situación en conjunto. Llegado a este punto, ya la persona habrá clasificado en categorías cada una de las etapas con vistas a manejarlas. Ahora tiene que hacer trabajar todo su cerebro para integrarlas. En lugar de detenerse en una situación determinada, contempla y estudia el contexto, cultivando una visión panorámica y periférica unificada de su situación en conjunto: el problema tal como se le presenta, su reacción emocional y las opciones que ha analizado al respecto. En este punto la persona ya está preparada para abordar métodos, sistemas y enfoques para enfrentar la situación que le afecta en su globalidad.
Para enfrentar con decisión las situaciones que afectan las realidades del ser se requiere de la empatía, es decir, de aquella capacidad de interpretar los sentimientos, haciendo surgir una sintonía emocional con el otro y esto requiere la habilidad para interpretar los canales no verbales, tales como el tono de voz, los ademanes, la expresión facial y cosas por el estilo. Aquellos que muestran una aptitud para interpretar los sentimientos de forma no verbal son más estables en el plano emocional, y tienen un mayor promedio en su desempeño. Dominar esta habilidad de la empatía allana el camino para la efectividad en las diversas situaciones de vida.
La empatía, como habilidad, se designa como la capacidad de percibir la experiencia subjetiva de otra persona. Ella surge, de una especie de imitación física de la aflicción, en donde se siente o experimenta el estado del alma. Se relaciona con el termino hebreo rahamim, el cual expresa el apego instintivo de una ser a otro desde las entrañas, y también con el termino hesed el cual, designa la relación que une a dos seres e implica fidelidad consciente y voluntaria, que es incluso respuesta a un deber interior, a la fidelidad con uno mismo.
La empatía en la persona, sobretodo y principalmente desde la infancia, se modela en la observación de las reacciones de los demás cuando alguien esta afligido. Al imitar lo que ven, los niños desarrollan un repertorio de respuesta empáticas, sobre todo ayudando a otras personas que están afligidas.
Las lecciones básicas de la vida emocional se asientan en los momentos de intimidad familiar. De todos los momentos, los más críticos son aquellos que hacen que el niño sepa que sus emociones son recibidas con empatía, aceptadas y correspondidas, cuando esto no se da, las diversas emociones en la persona, empiezan a ir quedando anuladas, empieza a desarrollarse una actitud psicológicamente errónea, la psicopatía, que es la incapacidad de sentir la menor empatía o compasión y que conlleva a que la persona sea sociópata.
El cuarto momento para que la persona sabia desarrolle este carácter, es el de la aplicación de la responsabilidad, que corresponde al deliberar para actuar. Es el momento de interés por nosotros mismos, nuestras acciones y metas, en el que deliberamos sobre los posibles caminos del obrar, evaluamos, decidimos. Aquí se delibera, se evalúa, se decide y se actúa, elevando los niveles anteriores de experimentar, comprender y reflexionar.
En este momento la persona entiende la esencia del problema y está preparado para emprender actos adecuados y justificables. Se sentirá equilibrado y también dispuesto a afrontar los inevitables cambios que le esperan. En este aspecto, para desarrollar sintonía con el otro se requiere de la serenidad con uno mismo. La gente que es capaz de ayudar a otros a calmar sus sentimientos posee un producto social especialmente valioso, son las almas a quienes otros recurren cuando padecen alguna importante necesidad emocional.
El grado de compenetración emocional que las personas sienten en un encuentro queda reflejado por la exactitud con que se combinan sus movimientos físicos mientras hablan, un indicador de cercanía del que típicamente no se tiene conciencia. Cuanto mayor es la coordinación de movimientos en un grupo humano, más amigables, contentos, entusiasmados, interesados y sociables se muestran mientras interactúan. Un elevado nivel de sincronía en la interacción significa que las personas que participan se caen bien.
La coordinación de los estados de ánimo es la esencia de la compenetración. Un determinante de la efectividad interpersonal es la habilidad con que la gente desarrolla su sincronía emocional. Si son hábiles para sintonizar con el estado de ánimo de otra persona, o logran dominar fácilmente a otros, entonces sus interacciones serán más parejas a nivel emocional. La marca de un líder es ser capaz de influir en una audiencia de miles de personas en ese sentido.
En conclusión, para que la inteligencia emocional sea tronco del desarrollo humano integral, es vital contemplar la sabiduría como fuente de esta, y de este modo, reconocer que la autoridad que genera el desarrollo de la emoción inteligentemente, es coronada por la sabiduría fundamentándose en los elementos de la experiencia, los cuales dan credibilidad a los actos de vida ejercidos en los ámbitos humanos.





















La vida comunitaria, rama y follaje del desarrollo humano integral.
Para empezar este tercer punto quiero ubicarlos en un texto bíblico que nos dará luces para la reflexión y la apropiación de la temática que a continuación presentare.
El texto referido es el que corresponde al libro de Hechos de los Apóstoles, Hch2,42-47:
“Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar”.
La vida comunitaria, como rama y follaje del desarrollo humano integral, es el resultado de la sumatoria de la espiritualidad, junto a la inteligencia emocional, las cuales brindan los elementos de relacionalidad basados en lo común, en la comunión, en la comunicación para llegar a la comunidad.
Lo común, viene de la palabra latina communis, etimológicamente significa, estar junto, estar cerca, y esto implica estar al lado, caminar al mismo ritmo, acompañarse. El prefijo com indica enteramente, sustancialmente, se está cerca, con todo lo que se es, de tal modo que no hay nada que encubra la dinámica de la relación, del encuentro. La palabra munis traduce el efecto de cambiar y mover, de trasladar, de acomodar, desacomodando, dando pasos hacia algo nuevo, hacia algo que manifiesta esperanza, futuro.
Lo común, está relacionado también con la palabra griega koiné que significa pueblo, que a su vez está relacionada con oikia, que significa casa, por tanto lo común es aquello que es doméstico, que es hogareño, que calienta el ánimo y el ambiente, que es enriquecido a su vez por la intimidad, en donde se comparten los secretos y anhelos más profundos de la persona, para robustecerlos y constituirlos.
La comunión es participar unidamente de lo común, con un trato familiar y un interés particular, generando un vínculo emocional, una especie de cadena invisible que existe en la relación cercana entre dos o más personas, en donde se doblan las raíces egoístas e individualistas del sujeto.
La común unión requiere elementos de empatía, de identificación mental y afectiva con el otro, desde el reconocimiento del ser propio, del saber quién soy yo, para dar el paso hacia el quien eres tú, y poder constituir las bases primigenias del quienes somos nosotros, de esta forma se desarrolla una participación, en donde se toma o se recibe parte de algo, involucrándose las decisiones.
La comunión es la propiciadora del dialogo, por el cual a través de la palabra, desarrollada en un discurso racional se comparte y se llega a acuerdos, intercambiando alternativamente posturas o ideas que tienen el efecto de construir, edificándose mutuamente para llegar desde una opinión parcial, a una verdad común, manteniendo los elementos básicos del reconocimiento del otro en cuanto otro y de la disposición para aprender. Cuando se rompen estos elementos básicos se afecta el dialogo, primeramente porque hubo una cerrazón, en donde el dialogo no se alcanzó a efectuar, y segundo porque aquel comenzó pero termino frustrado.
La comunicación es el otro elemento de relacionalidad, para llegar a la comunidad y se constituye en un fenómeno inherente a las relaciones sociales, en donde se comparte información en relación al entorno, siendo un acto propio de la actividad bio-psico-social, en donde prima el pensamiento, el lenguaje y el desarrollo de las capacidades psicosociales de relación. El intercambio de mensajes en el acto de la comunicación permite al individuo influir en los demás y a su vez ser influido. La comunicación es la dinámica de trasmitir ideas y pensamientos, para ponerlos en común, de modo que se edifique la sociedad y se transforme.
La comunidad es el conjunto de personas que se sienten identificadas, reconocidas y que tienen una relación de pertenencia, de influencia, de integración y de compromiso entre sí,  compartiendo problemas e intereses solidariamente, desarrollando una conciencia y facilidad social, fortaleciendo la unidad y la interacción  frente a un objetivo en común, en donde hay obligaciones comunes y reciprocas.
La comunidad se establece, generando un propósito firme de continuidad, desde el acudir, lo cual tiene como trasfondo, la intención libre y voluntaria, surgida a partir de la inquietud y admiración por aquello que se escucha y se contempla, propiciando la confianza.
El acudir, para establecer la comunidad, es un ir con frecuencia asidua, puntual, en donde se manifiesta  el acento de perseverancia, de costumbre, de habito en donde la persona se adapta al grupo social.
Esta adaptación social, implica una adaptación emocional que tiene como ingredientes la conciencia social, la cual se refiere a un espectro que va desde percibir de manera instantánea el estado interior de otra persona a comprender sus sentimientos y pensamientos y a captar en situaciones sociales complicadas, y la facilidad social que se sostiene sobre la toma de conciencia social para permitir interacciones fluidas, eficientes y eficaces.
El acudir a la comunidad, requiere sintonizarse con ella yendo más allá de una empatía momentánea y llegando a ser una presencia completa y sostenida que facilita la afinidad y el entendimiento del otro desde el arte de la atención, a la que corresponde el estilo de hablar y de escuchar.
El estilo de hablar de una persona ofrece pistas sobre su habilidad subyacente para escuchar profundamente, durante momentos de conexión genuina, lo que se dice, será una respuesta a lo que el otro siente, dice y hace. Cuando se está pobremente conectado, la comunicación se convierte en bala verbal: el mensaje propio no cambia para encajar en el estado de la otra persona sino que sencillamente refleja el propio. Escuchar hace toda la diferencia. Hablarle a la persona en lugar de escucharla reduce una conversación a un monologo. Cuando se sabotea una conversación se está satisfaciendo las necesidades propias, sin considerar las de otros.
Se acude a la comunidad principalmente para escuchar, para inclinar la atención y disposición personal, al otro, y esto contempla un entramado psíquico y fisiológico que ayuda a percibir conscientemente, el sentimiento y la emoción de los pensamientos de quien pronuncia una palabra, pues ella es suscitada por un deseo que surge desde una intención profunda que anida en la mente y en el corazón de quien la pronuncia, de tal modo que, al escuchar con atención la palabra pronunciada, se desarrolla un encuentro mutuo con la mente y el corazón, derribándose los muros de división interna, propiciando la transparencia en el trato, generando la amistad.
Cuando se escucha atentamente, se maximiza la sincronía fisiológica, de modo que las emociones se alinean, orientando los circuitos neurológicos para la conectividad, poniéndolos en la misma longitud de onda, desarrollando la precisión empática la cual representa, la base esencial de la sociabilidad.
La sincronía permite deslizarse con gracia a través de una danza no verbal con otra persona, la falta de sincronía, sabotea la competencia social, arrojando las interacciones por la borda. Sincronizar exige, tanto que se lea las pistas no verbales instantáneamente,  como actuar en consecuencia, fluidamente, sin tener que pensarlo.
Se acude también a la comunidad para participar de la enseñanza, pero que es enseñar, enseñar implica brindar una orientación, un conocimiento sobre que camino seguir, para que comprendiéndolo lo asimile, apropie y haga uso de el y se aplica esto al acto que realiza un maestro sobre su discípulo o unos padres frente a sus hijos.
El enseñar conlleva por parte del maestro, el escribir, el dar contorno a las ideas, dándoles forma, de modo que se puedan clarificar con mayor facilidad, pero esto involucra una decisión, afrontando los dilemas, los puntos críticos de elección que generan crisis, dejando de lado y cortando de hecho el miedo a ser juzgado por las ideas expresadas.
Escribir es plasmar, dando forma concreta, real y ordenada, a la idea o apariencia captada, que se posee de un dato testimonial legítimo, de un hecho contextual, que se utiliza en una toma de decisiones, para que sea interpretado y entendido, y esto conlleva observar y atender desde la investigación, percibiendo la duda sobre algo para escudriñarlo, discutirlo y analizarlo de forma que se resuelva argumentadamente.
En la comunidad como elemento del desarrollo humano integral, otro elemento a tener en cuenta es el de la “fracción del pan” que significa, aquella capacidad que da una fuerza y predisposición hábil, de compartir con generosidad lo que se tiene, en hacer partícipes a otros, de los que es de uno, con el fin de que aquellos puedan beneficiarse de los que se posee o se ha adquirido.
De este modo se ejecuta considerablemente la sana convivencia social, en donde se desarrolla una mutua pertenencia colaborativa, solidaria, contrarrestando situaciones desesperadas que desequilibran el ambiente de vida generando preocupaciones y frustraciones.
En esta “fracción del pan” se desarrollan procesos de justicia y de equidad que salvaguardan las estructuras sociales, eliminando todo aquello que genera división e incapacidad de encuentro personal con el otro, lo que conlleva a una economía de comunión, a una economía solidaria en donde los bienes se administran con leyes de familiaridad, elevando el nivel del desarrollo en la persona, sujetando el consumo a la responsabilidad común, manteniendo siempre como centro a la persona, superando la cultura individualista y de competitividad exacerbada, y haciendo crecer la dignidad y la creatividad de toda persona.
El valor central de la “fracción del pan” es el trabajo digno, el saber y la creatividad solidaria y no el capital ni su propiedad que desfigura la imagen del ser humano, convirtiéndolo en un ser pragmático y utilitarista, generador de división y violencia frente a su hermano humano, reproduciendo la desigualdad y los antivalores que conllevan a la pobreza, como fruto de la deshumanización y de la intolerancia, producto de la injusticia y de la falta de expresión fraterna.
El primer criterio de desarrollo humano integral, es la solidaridad, como conducta concreta del compartir, como camino de realización individual y social que asegura un crecimiento común y equitativo donde todos los miembros de la comunidad están invitados a sentirse protagonistas del destino común, organizándose frente a los problemas para poder encontrar soluciones duraderas y estables, siendo todos, verdaderamente responsables de todos, ayudando al otro a que pueda hacerse cargo de su vida, mejorando sus condiciones de vida bio-psico-social.
El modelo de la vivencia comunitaria de la “fracción del pan” permite que todos los integrantes experimenten la hermandad, venciendo los prejuicios y discriminaciones, liberándose de muchas “enfermedades” que disminuyen la capacidad de la comunidad, para vivir la paz y la justicia. Pero este modelo, este proyecto comunitario de solidaridad, no se inicia si no hay primero un cambio de pensar donde lo mío es tuyo y lo tuyo es nuestro, para así, cambiar la forma de vivir, donde cada uno es responsable de la felicidad del otro, saliendo de si mismo para trascenderse en el otro generosamente.
La generosidad es signo de bendición, de humilde cooperación y respeto al otro, que no empobrece, sino que enriquece. Parte de la conciencia de lo tuyo, hacia la conciencia de lo nuestro, santifica al que la da y recrea y redime a quien la recibe, motivando la paz y la justicia, compartiéndola en medio de ser humano.
Esta generosidad, parte de la renuncia del estatus, lo cual conlleva a que las personas renuncien a representar, imponer o poseer un dominio sobre los demás, suprimiendo las fronteras entre arriba y abajo.
Para llevar a cabo esta generosidad, este ejercicio de la “fracción del pan” y generar nuevos paradigmas humanos, basados en la equidad, la justicia y la paz, se requiere una vivencia en la oración la cual le da carácter, cuerpo y forma a la comunidad.
Es de una importancia radical la oración, en el ambiente familiar, laboral, empresarial pues por medio de ella se hace una lectura incluyente y no excluyente de lo que sucedió, de lo que sucede, para que suceda algo propicio. Por medio de la oración se santifican las realidades históricas humanas, dándoles una nueva perspectiva en donde se experimenta realmente la acción de Dios y el deber por el prójimo. El espíritu de la oración en la comunidad no es el desarrollo de una actividad que debiera llevarse a cabo, sino que es el camino que lleva al encuentro continuo con Dios La oración es para la experiencia comunitaria, el camino hacia una vida intensa y consciente y auténticamente fraterna, el camino de trascender el yo, de superar el confinamiento en sí mismo y de dirigirse en apertura hacia los demás.
El espíritu de oración es el camino de encuentro con el Tú divino, Dios, y con el tú cercano, el hermano, lo cual constituye eficazmente la identidad cristiana; es la senda vertical frente al misterio de Dios y la senda horizontal frente al misterio del hombre.
El espíritu de oración que vive la comunidad es un espíritu desinstalador, incomodo, desafiante, cuestionante, que confronta siempre la fe con la vida para que no vallan por caminos diferentes, sino para que se entretejan, elaborando de esta manera una historia contundente enmarcada en el ámbito de la fraternidad y de la solidaridad. La oración auténtica es la que abre al hombre a la acción del Espíritu, una acción que lo conforma a los deseos de Dios y a las exigencias de su Reino, un reino de justicia y de paz, de liberación y de salvación.
En conclusión, la comunidad, como rama y follaje del desarrollo humano integral requiere, para dar frescor al ambiente, embelleciéndolo y purificándolo, la responsabilidad común en un hoy, destinado hacia el futuro, en donde se percibe desde ya, las necesidades de los que están por llegar, permitiéndoles que aquellos disfruten y se alegren con la herencia adquirida en la historia y para la historia.


Jn17,1-26